El honor herido fue la razón principal de una moción de Asunto Político votada hoy en el Senado de la República, que contó con los votos del oficialismo. El quórum asegurado daba cuenta de una oportunidad inmejorable para que el protagonista tuviera una nueva ocasión para despacharse con sus mejores dotes actorales.
La decisión fiscal de archivar la causa penal que se le iniciara -junto a otros actores de gobierno- fue el disparador de una recorrida mediática que tendría su punto final en la sesión de hoy en la cámara alta, escenario donde se mueve a sus anchas y domina plenamente. Aunque lo intentó y generó sus momentos de clímax no previó las consecuencias que podría tener una sesión en la que se requería una mayoría especial, de 20 votos que no alcanzaron.
Su primera exposición lo tuvo como víctima exigiendo una reparación ante el honor mancillado por la denuncia penal y el calificativo que mereció de parte de los denunciantes en lo que respecta a la actuación en el tema del puerto de Montevideo.
En todo momento hizo alusión al dolo, o sea la intención ajustada al resultado, lo que - a juicio de los dos fiscales que examinaron el caso- no existió a pesar de entender que habían incurrido en múltiples irregularidades tal como lo reseñó el fiscal Rodríguez en su primer fallo, ratificado en el segundo dictamen de la fiscal Porteiro.
En su rol de víctima se enfocó en una parte de los dichos del senador Carrera, uno de los denunciantes junto con el senador Bergara, y refiere a la calificación de una condición dolosa en la decisión tomada por las autoridades que cerraron el acuerdo con Katoen Natie. Claro que omite decir todo, porque entonces el senador Carrera fue muy claro al expresar que no se explicaba la decisión tomada de entregar el principal negocio del puerto de Montevideo por 60 años a cambio de nada. Si había sido por ineptitud, ignorancia o dolo… y que esa (la instancia parlamentaria de la interpelación) era una ocasión ideal para poder explicarlo, y que, si hubo error o ignorancia estaba todo el sistema político dispuesto a corregirlo.
Todo lo que siguió después es parte de lo que ya se conoce en cuanto a un acuerdo que sigue ahora una instancia anulatoria ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo pero que no mereció reproche penal, sin perjuicio -como expresaron ambos dictámenes fiscales- que de surgir nuevos elementos se vuelva a abrir.
En el barro, los chanchos
Tras la intervención de la "víctima", habló el "victimario" Carrera, quien de entrada marcó la cancha expresando que no entraría en el barro porque "en ese terreno se mueven los chanchos". Además de referirse a la puesta en escena que hizo Heber, para quien valen sus argumentos en tanto son ellos los denunciados pero no si se trata de opositores, en clara alusión a las denuncias y condenas sumarias que le hicieron con una comisión investigadora en paralelo a la denuncia en la justicia que le iniciara desde el Ministerio del Interior.
Hubo tiempo para intervenciones sublimes que desnudaron la maniobra y dejaron muy mal parado al impulsor de esta sesión. Una de ellas fue la de la senadora Silvia Nane, quien hizo referencia a las mentiras que llevaron al hoy senador Heber a volver al Parlamento, cuando sin nombrarlo hizo referencia a las consecuencias de las grabaciones de la ex subsecretaria Carolina Ache. "Una de esas consecuencias hoy está sentado allí", expresó señalando la banca del senador que -a partir de ahora- bien podrá denominarse "senador consecuencia".
Otra de las intervenciones a destacar estuvo en la voz del senador Andrade, quien se refirió a las críticas que hicieran a la actuación de la Fiscalía General de la Nación, a diferencia de esta oportunidad en que "un fallo fiscal los bendice", razón por la cual lo exaltan y ventilan. Pero bien que supieron criticar y presionar a la Fiscalía General de la Nación, principalmente a su titular, el Dr. Juan Gómez.
Hubo intervenciones miserables como la de un senador que usó esa misma expresión y mereció la suspensión de la sesión por varios minutos. Y también hubo intervenciones que brillaron por su ausencia, lo cual es muy significativo a la hora de evaluar una sesión como esta en la que -nuevamente- Heber se retira sin el respaldo parlamentario que vino a buscar.
Hasta hubo tiempo para los exabruptos desde la Presidencia de Cámara, cuando la senadora Bianchi -micrófono abierto mediante- espetó un "no me hinches las pelotas", antes de dar la palabra a la miserable intervención de la tarde que será recordada más por aquel exabrupto que por el contenido de la misma.
Más solo que el Llanero
Si la imagen de verlo solo frente a las cámaras contrasta por sí misma con la que dieron los legisladores de la oposición frenteamplista en similar instancia, la ausencia de intervención de legisladores de Cabildo Abierto y de varios del Partido Colorado, resultó algo significativo por demás.
Es la reiteración de lo que pasó cuando de la cámara de diputados y fungiendo como Ministro del Interior, no obtuvo el respaldo que había ido a buscar y marcó -definitivamente- un camino sin retorno en la gestión de la cartera. Aquel respaldo negado en su momento fue un punto de quiebre del que no pudo recuperarse más y que tuvo su punto más caliente tras conocerse los audios de Ache que revelaron una estrategia y confabulación para mentirle al Parlamento, que indignó -incluso- a socios de la coalición.
Nuevamente ocurrió y Heber debió tragarse la bronca de no contar con el apoyo parlamentario que fue a buscar y por más que diga lo que diga, los hechos son contundentes y hablan por sí mismos.
La soledad que tuvo en la conferencia de prensa es la imagen de una coalición que no cerró filas con el indignado, y dejó ver la fisura de una sociedad electoral que empieza a mostrarse fracturada.
El Llanero tenía a Plata y a Toro con Pintado, Heber en cambio, cada día está más solo…
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