Traductor

jueves, 26 de octubre de 2017

Somos distintos

La renuncia de Raúl Sendic elevó la vara a niveles que no están dispuestos a igualar quienes se erigen como jueces y fiscales de todos menos de los propios. Es que, al momento de medir para adentro esa regla cambia y se relativiza al punto de someter a procedimientos jurídicos y/o administrativos la decisión final de llevar o no a la Justicia a quien cometió un delito o una falta fungiendo un cargo con fueros parlamentarios. Eso solo me basta para darme cuenta que somos distintos y que si Sendic cometió errores o hasta algún delito, su renuncia (a todo) lo llevó a un lugar al que no están dispuestos a llegar otros cuyas responsabilidades no están en duda  como el caso del diputado Ezquerra, responsable de haber atropellado a una mujer -fracturándole la cadera- mientras conducía bajo los efectos del alcohol. Es una cuestión de principios, es la ética en la función pública la que rige al momento de hacer frente a este tipo de conductas, y ella no se compra, se aprende y/o enseña con el ejemplo.