Traductor

martes, 23 de noviembre de 2021

Baja de delitos y corrupción policial

Fuente imagen: transparency.org
La caída de las denuncias de delitos tan sobrevendida por esta administración se da de frente con un incremento notorio de la corrupción policial que nada bien le hace a la institución a la que se le confiere nada menos que el uso legal de la fuerza pública. Es que promocionar una caída de las denuncias al tiempo que se revelan sonados casos de corrupción policial lleva a sembrar un manto de dudas más que razonable sobre la veracidad de las cifras tan promocionadas. Cuando todavía resuena el audio del ex Coordinador de la Jefatura de Maldonado pidiendo que no registraran unos abigeatos porque si no “los matan con las cifras”, el affaire de la Jefatura de Cerro Largo con la “renuncia” de su Jefe, llevan a profundizar aún más las dudas sobre la realidad de la seguridad pública. Es que los datos que el propio Ministerio ha difundido hasta hoy, dan cuenta de un incremento notorio de la violencia en el último trimestre (julio-agosto-setiembre), coincidentemente con el aumento de la movilidad y el paulatino retorno a la normalidad de la actividad comercial. Si el dato mata al relato, los hechos acaecidos en las últimas semanas (que se suman a otros tantos que llevaron a la remoción de varios Jefes de Policía), dejan en una incómoda situación a la cartera en cuanto a la credibilidad de los datos registrados bajo la gestión de los cesados por actos de corrupción flagrantes. Lo más triste de todo esto es que lejos de promover una política de Estado que permita atender la seguridad sin fines electorales, han optado por el camino contrario y desandado una ruta que había transformado la cartera dando franca y frontal lucha a la corrupción, esa que hoy vuelve por sus fueros. Así está hoy la Policía, tristemente golpeada en su credibilidad, horadada –nada menos- que por la conducta de quienes fueron elegidos para comandar la nueva gestión. Algo huele muy mal y todo parece indicar que esto es solo el comienzo…