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martes, 14 de agosto de 2018

Pepe, el último profeta...


Nadie es profeta en su tierra… esa máxima es mundialmente conocida y se le atribuye a Jesucristo mientras explicaba la ley en una sinagoga de Nazareth al ver que en lugar de escucharle muchos le despreciaban. Salvando las distancias y ante un declarado ateo que no cree en la existencia de un ser supremo creador del universo, la frase se aplica en cuanto a que mientras el mundo le exalta en el Uruguay de hoy se lo critica al extremo de no reconocerle ningún mérito.