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miércoles, 27 de febrero de 2019

El silencio de radio faltó a la cita

El mural requería algún retoque, llegó hasta aquella casa abandonada “armado” con su máquina de fotos y pinturas. Se recostó en el muro y allí quedó hasta que una bala le puso punto final a su existencia. Quedó tendido en aquel sitio como si estuviera dormido, junto a él, su bicicleta y sus pertenencias, allí lo vieron vecinos hasta que llamó la atención - luego de varias horas- que permaneciera inmóvil en la misma posición. Había sido ultimado de un tiro en la cabeza y pasó más de un día para que aquel “NN” recuperara su identidad perdida (la vida ya se la habían arrebatado irremediable e impunemente); seguramente, pasará todavía un tiempo más para que se conozca al responsable de aquella muerte. El silencio de radio que se imponía, (para poder llegar a un buen resultado), faltó con aviso. La noticia de un posible sospechoso se disparó mucho antes de cumplir con medidas judiciales esenciales para la investigación y aquella primicia pudo ser responsable de la frustrada instancia o de dejar un manto de sospecha eterno sobre un indagado.