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sábado, 4 de septiembre de 2021

Un Ministro in-creíble


E
Fuente imagen: Teledoce
l idioma español es muy rico y a esa riqueza gramatical le suma las diferentes acepciones que puede tener una misma palabra. Encima la ductilidad que ostenta nos permite un sinfín de combinaciones y/o separaciones que aumentan su potencialidad. Así las cosas, no es lo 
mismo decir increíble que in-creíble, porque si bien el primero alude a una supuesta falta de credibilidad también es aceptado como elogio cuando algo supera límites que no imaginamos para referirnos a algún objeto, acontecimiento o persona. Por ejemplo, decir que "la fiesta estuvo increíble" nos lleva a imaginar una jornada de diversión y entretenimiento muy disfrutable para sus protagonistas. Ahora bien, ese mismo adjetivo puede utilizarse para calificar de forma negativa llegando al punto de poner en duda la credibilidad del calificado. Si encima lo separamos con un guión, la imagen revela gráficamente el verdadero sentido en que se la utiliza. Sin necesidad de recurrir a la ironía de aquel "We are fantastic" de gobiernos pretéritos, basta este particular adjetivo para definir la figura de un Ministro polifuncional que ha dejado la misma impresión en las carteras que ocupó hasta el presente. Ya se sabe que cuando una persona pública pierde credibilidad, es despojado del intangible más valioso que puede lucir en la función pública. Encima, si esa autoridad es Ministro del Interior, hay un grave problema que lastima la confianza en la opinión de la gente…

domingo, 29 de agosto de 2021

Tirando fruta

Fuente imagen: laopinioncoruna.es
El ministro Heber quedó mal tras las casi 20 horas de una interpelación que lo expuso a una de las más infames entregas de soberanía de la historia nacional, con un acuerdo que otorga un monopolio privado desregulado en el puerto, a una transnacional belga. No es para menos, porque el tema trasciende hasta su propia existencia y la de todos nosotros que no estaremos para poder disfrutar de nuestro puerto libre nuevamente. Ya reintegrado a su cartera del Ministerio del Interior, no pudo evitar estar nuevamente en la agenda a pesar del notorio blindaje mediático que acompaña la gestión de este gobierno. Una seguidilla de crímenes -de los que hoy se esmeran en ventilar los antecedentes de las víctimas siempre- y la increíble fuga de un narco coloniense que se informó pasados más de 10 días de producida la misma, lo pusieron en el podio de los titulares. Lo que siguió a esa fuga, en expresiones del mismo titular de la cartera, dan cuenta de una improvisada forma de comunicar a la que suman impericia o deliberada tergiversación de los hechos, ya que es imposible argumentar de otra forma semejantes contradicciones. Todo parece indicar que al Ministro le han tirado fruta y de la que estaba en peor estado, es decir, podrida. De otra forma no se explica que haya salido públicamente con una versión que luego corrige en base a la declaración de un delincuente que lejos de ser recapturado pareció entregarse de forma acordada. Mientras tanto, siguen y siguen… tirando fruta.