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martes, 14 de julio de 2009

Oteando el horizonte inversionista





(Publicado en La ONDA digital)

Promediando cuatro décadas de vida, sigo con el berretín de salir a correr por la hermosa rambla de Montevideo. Práctica que realizo desde que me conozco y a la que atribuyo en gran medida una buena dosis de salud en tiempos de gripe porcina. En esas habituales salidas contemplo el horizonte que nos regala la hermosa bahía de Montevideo y su ante puerto, cuyas balizas se encienden ni bien se esconde el astro rey, marcando el ingreso al canal portuario. En esa zona de pre-puerto (no sé si está bien llamado así pero grafica la idea), suelen apostarse barcos que no atracan propiamente en los muelles a la espera de concretar su entrada comercial en nuestra terminal marítima. Los invito a que reparen cada noche en esa imagen y cuenten las luces que indican la presencia de barcos que desafían la inestabilidad del llamado “Infierno de los navegantes” –como solía llamarse al Río de la Plata, esperando por la concreción de sus operaciones comerciales. Se sorprenderán de la cantidad, (llegué a contar más de veinte).

La idea de reparar en ese simple y evidente dato no es otra que alejar definitivamente las oscuras previsiones lanzadas por el candidato nacionalista Dr. Luis Alberto Lacalle, quien invita a los inversores a esperar el resultado eleccionario de octubre antes de decidir invertir en Uruguay. Agravado aún más por su condición de Ex-Presidente de la República, con la cual debiera tener conciencia de la trascendencia que sus dichos pueden tener para el futuro del país. Visión acotada, miope y hasta criminal, de quien pretende ocupar nuevamente una responsabilidad de gobierno que le queda enorme a estar por expresiones como éstas. Seguramente esta figura conductual no llegue a ser punible penalmente pero sin dudas tendrá su sanción por parte de la ciudadanía que no pasará por alto este tipo de expresiones infundadas y mezquinas que anteponen el interés personal y político al supremo interés nacional. Justo él, que llenó su voz de intención al hablar de Partido Nacional, desliza expresiones de este tenor que develan plenamente la fragilidad de sus dichos. No resistió ni una semana el concepto, el interés nacional es lo último que pretende.

Por mucho menos, se criticó al hoy candidato del Frente Amplio, José Mujica, cuando habló del secreto bancario. Se le tildó de irresponsable, de poner en juego los más altos intereses nacionales, en riesgo la confianza y seriedad del país, etc. Luego los hechos ratificaron que la información era veraz y el mundo entero habló del secreto bancario.

Volviendo a aquella visión panorámica de los buques anclados esperando entrada a puerto, y considerando las expresiones infelizmente ratificadas días después, la sensación de tranquilidad que me invadió fue grande. Por suerte estos personajes que se creen portadores de la verdad inmaculada no solo no lo son, sino que además no son registrados por aquellos a quienes alude. Es evidente que Uruguay sigue adelante y que si algo es reconocido a nivel internacional es el grado de responsabilidad y seriedad con que administró su economía. Un nuevo período de gobierno del Frente Amplio será igualmente responsable y serio como el primero, quizás por eso es que se dan estos intentos desesperados por desestabilizar.

Los proyectos de inversión se siguen acumulando. Portucel ratifica su intención de radicarse en el país; la mayor embotelladora de jugos de América anuncia su instalación en Uruguay; en lo que va del año suman 169 los proyectos de inversión por un total de más de 500 millones de dólares. Botnia sigue adelante con su proyecto y ya casi nadie habla de contaminación salvo quienes aún cortan los puentes. Y todo con la seriedad y seguridad de un país cuyo gobierno no apeló a la coima para atraerlos.

Finalmente creo entender las expresiones de Lacalle y seguramente termine reconociendo que le asiste algo de razón. A la luz de los resultados de las internas, con la baja participación de votantes del FA y el aire triunfalista de los blancos, seguramente los inversores esperen a diciembre para invertir.

Por las dudas, no sea cosa que vuelva a ser otra vez Presidente de los uruguayos.

Son inversores, nabos no.



el hombre contaba barcos,
el perro se aguantaba buscando un árbol