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martes, 28 de marzo de 2023

Sin signos de violencia

Fuente imagen: @Gabrielhpereyra

El gobierno ha querido imponer la versión (distorsionada) de una realidad que está muy lejos de ser la que pretenden en base a discursos vacíos de voceros incompetentes. Una realidad que demuestra –cada vez más- que la violencia instalada está consolidada y alejada de cualquier señal reduccionista. Pretendieron, de manera discursiva, torcer la imagen decadente de una sociedad que no logra resolver sus conflictos de manera civilizada y donde el crimen (organizado y desorganizado) campea sin recibir una respuesta efectiva que lo contenga. A tres años de mandato, recién aparece un intento de buscar los consensos que tanto se reclamaron al principio, en un velado reconocimiento del fracaso antes que del éxito tan promocionado. Si algo es realmente imperdonable es que hayan demorado tanto en buscar acuerdos para tratar un tema que los ha superado notoriamente. Contaron con la ayuda de unos medios que llegan al exceso como el que dio título a esta columna, cuando una cabeza que apareció en Barros Blancos, fuera contextualizada como “sin signos de violencia”, excediendo todo límite periodístico. La violencia es el principal problema a resolver, sin embargo las autoridades siguen concentrando sus argumentos en el narcotráfico como principal causa. Sin desmedro de que tenga su cuota parte de responsabilidad, la violencia es la primera y principal razón del estado de situación que atraviesa nuestro país y la región. Si no somos capaces de enfrentarla con inteligencia y apelando a construir convivencia en lugar de concentrar más represión, seguiremos agravando el problema…