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viernes, 21 de agosto de 2009

Apreciando los brotes, la modernidad blanco y verde

(Publicado en La ONDA digital)

Una reciente encuesta de Equipos Mori destaca la intención de voto según el nivel socio-económico. La misma revela que –contrariamente a lo que podía suponerse- el Frente Amplio es superado en el estrato social más bajo, con una clara tendencia alcista a medida que mejora el nivel hasta llegar a un punto medio en que se revierte dicha suba en el nivel social más alto.
Esto puede leerse de varias maneras y una de ellas me lleva a pensar que el FA sube en intención de voto a medida que los pobres dejan de serlo y lo confirma este dato. Aquellos que van dejando el nivel más bajo van marcando el voto favorable a la izquierda. Ello confirma los resultados de la gestión y aquellos que aún no logran salir de la pobreza siguen esperando la carroza blanqui-colorada (cada vez menos colorada) en busca de mejorar. Nada es por generación espontánea y el lento pero silencioso trabajo efectuado en la clase más necesitada marca un incremento brutal de la izquierda donde antes solo prevalecía el voto conservador.
Asimismo contrariamente a lo que se decía respecto del impacto del IRPF en las capas medias, la intención de voto del FA supera por amplio margen a blancos y colorados juntos, confirmando que hubo mucho humo respecto al tema y en verdad el impacto fue menor en el bolsillo de la gente. Consecuencias que la realidad revela de manera irrefutable a la luz de estos resultados.
Incluso en el sector más alto, hay un crecimiento importante de la izquierda con un 33% que si bien está lejos del 50% blanco, no incide mayormente por tratarse de un sector que araña el 3% del total de la población.
En suma que estos datos son indicadores irreprochables de que un gobierno que hizo las cosas pensando en la gente, recoge finalmente los frutos de su trabajo, contra los negros vaticinios de una oposición que apeló a motosierras y controles de natalidad como elementos distintivos de sus críticas.
El futuro es prometedor, pero no hay que descansarse en los laureles sino redoblar el esfuerzo para que el Uruguay siga el rumbo de los cambios despejando su horizonte de las nubes que amenazan con tapar su cielo azul.

Los brotes empiezan a nacer.
Señal que la primavera está más cerca.