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lunes, 1 de junio de 2020

Buitres después de la una

A pesar que -según la nueva forma de medir los homicidios que instaló el ministro Larrañaga- en mayo los homicidios subieron, no vamos a sumarnos a esa prédica que aplicaron desde siempre los que sobrevuelan esperando desgracias como esas para hacer política de la más baja. Esos carroñeros son siempre los mismos, algunos, escondidos tras el anonimato de las redes sociales, otros, con absoluta impunidad lo hacen públicamente amparados por la claque mediática que los acompaña dando una dimensión que no alcanzarían nunca a estar por su rastrero vuelo. Pero, los carroñeros son así, acechan bajo, casi rozando el suelo, esperando a que su víctima esté abatida para hacerse de sus despojos mortales y darse su festín. Hoy parece ser que volvieron a arrastrarse los buitres uruguayos que aprovechan desgraciadas muertes para su bacanal. Ninguno repara en reconocer el problema como algo que nos abarca a todos sin distinciones, porque todos podemos ser víctimas de lo que nos está matando hoy: la violencia.