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lunes, 6 de diciembre de 2021

Miserable diferencia

La muerte de un joven que tuvo la infeliz idea de vender su auto por redes sociales desnudó –una vez más- el grado de violencia extrema que sufre la sociedad uruguaya. Pero, al mismo tiempo, permitió diferenciar a los miserables que hacen uso de esas desgracias para acarrear algún voto a su colchón electoral. Subidos al carro del morbo y la desesperación humana de las víctimas accesorias, no repararon ni por un segundo en atacar el problema de fondo haciendo un uso macabro y demagógico del tema. En este tiempo de dolor inmensurable, se puede hacer un simple ejercicio de memoria para repasar y comparar actuaciones, para desenmascarar a los miserables de entonces que fungen cargos públicos en la actualidad y ponen cara de circunstancia haciendo como si aquellas expresiones nunca se hubieran dicho. Mientras tanto, disfrutan de un clima mediático contenido, lejos de aquel ensordecedor y contaminante ruido de no hace mucho cuando, episodios tan lamentables como este, llenaban los informativos y bombardeaban a la opinión pública con sus dosis de miedo y bronca acumulada. Aquellos miserables mensajes emitidos son documentos que el archivo conserva y que vale la pena recordar reafirmando que la seguridad no puede ser nunca objeto de miserable contienda electoral sino una necesaria e ineludible cuestión de Estado. Mientras no se entienda eso, seguiremos lamentando muertes injustas como la de Lucas…