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lunes, 21 de octubre de 2019

Sobredosis de poder

A menos de 10 días de las elecciones nacionales el escándalo se instaló en filas del Partido Nacional en lo que parece fue una disputa interna saldada de la peor manera. De todas formas, no deja de ser una lastimosa demostración de una práctica de gobierno que genera el más absoluto repudio. Una granada de fragmentación que explotó a pocos días de la primera vuelta (que puede llegar a ser la única); en eso se convirtieron dos audios que involucran al intendente Carlos Moreira, motivando la rápida reacción del colectivo nacionalista a riesgo de quedar relegado en la lucha por llegar al ballotage. Resulta imposible conocer -antes del domingo 27- la verdadera consecuencia de esta descarnada realidad de quien ejerce el gobierno departamental de un fundo blanco liderado por un peso pesado del partido de Oribe. Seguramente, también, las empresas encuestadoras (que le vienen errando y feo desde hace años), tendrán en este affaire una razón o excusa para ponderar sus resultados que seguramente estarán cerrando sin contemplar la reacción que este hecho generó en la ciudadanía. Así planteadas las cosas, algo queda absolutamente matrizado en la opinión del común de la gente y es que existe una sobredosis de poder que ha ido permeando en las autoridades de los partidos tradicionales que lleva a excesos como el de marras. El próximo domingo 27 de octubre, hay una razón más para decidir el voto: o renovamos la confianza en la fuerza progresista que cambió la realidad del país, o se otorga patente de corso a los que se creen señores feudales con derecho de pernada usando los dineros de todos nosotros...