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martes, 11 de julio de 2023

Manija, manija…

El presidencialismo en exceso que aplica nuestro primer mandatario lo expone inexorablemente a un archivo que hace parte del vasto acervo que nos ha dejado durante su periplo político. Sus latiguillos -utilizados reiteradamente- dan cuenta de una intención manifiesta de mensajearse con el electorado que lo llevó al gobierno sin percatarse que también gobierna para el resto que no lo votó. Y sin considerar que lo deja expuesto a ese archivo del que no puede separarse. Alguien que ha dedicado su carrera política al giro continuo y persistente de la manivela dialéctica para construir un discurso destructivo de gestiones pasadas, sufre las consecuencias de su propio instrumento, ahora en manos opositoras. El  recurso no rinde como antes porque es innegable que la "manija" opositora actual no tiene tanta fuerza ni tampoco la alientan las mismas intenciones. Si algo tiene clara la oposición de hoy es que mañana tendrá que reconstruir todo lo que están destruyendo los "manijeros" que gobiernan…