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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Fútbol y violencia, paradoja uruguaya

Fuente: futbol.com.uy
Nos criamos sufriendo con aquel Uruguay de Pavoni y su gol agónico contra Bulgaria en los descuentos, (minuto 87), en el segundo partido del Mundial de Alemania 1974. Aquel gol nos dejó con vida por un partido más hasta que Suecia nos eliminó sin excusas con un lapidario 3:0 en contra. Después vendría otra “catástrofa” (como dijera aquel DT de Peñarol, Petrovic), con la eliminación uruguaya del Mundial de Argentina 1978. Eran tiempos de una oscura y larga dictadura que también recordamos por la paupérrima actuación de los combinados nacionales de entonces. Acaso un respiro fue el Mundialito de 1980, que terminaría derrumbándose con otra eliminación a España 1982... Mucho tiempo sufriendo y padeciendo el peor fútbol del continente. Así llegamos al año 2010 y la mejor actuación uruguaya en mucho tiempo (desde Maracaná, seguro!), pero a pesar de tanta alegría, la misma no se derrama al fútbol local y ese espejo deportivo (en todo sentido) del combinado del Maestro Tabárez, no refleja su imagen en el concierto interno que hace de los “referentes o barras bravas”, los peores ejemplos a reproducir. Llegó el tiempo de decir basta...