Traductor

miércoles, 11 de mayo de 2022

No es un caso aislado…

Las declaraciones del Ministro del Interior no son casuales, mucho menos contradictorias con su forma de pensar y de actuar. Si algo no se le puede negar es su (in)coherencia argumental por más que estemos en las antípodas de su pensamiento. Al hecho de que “había algo más” tras el asesinato por linchamiento de Lezica, al de “no era una familia que progresó por sí sola”, para ¿justificar? el asesinato de un joven matrimonio frente a sus hijos, representan el verdadero pensamiento de quien dirige (¿?) las políticas de seguridad en el país. Semejantes dislates dialécticos hablan muy mal de un dirigente que acumula varias décadas de experiencia y que pareciera ser que entró en una decadencia que lo aleja cada vez más de la investidura que debiera ejercer. Sus dichos reflejan una ausencia de valores por demás preocupante, al menos para (queremos creer), la inmensa mayoría de los uruguayos. Que sea nada más ni nada menos que el propio Ministro del Interior quien justifique la justicia por mano propia habla muy mal de una institucionalidad que lo tiene liderando la seguridad del país. Es hora que el Presidente de la República, el mismo que llamó a responsabilidad por los mismos hechos antes y con argumentos que hoy aplica su Ministro del Interior, tome cartas en el asunto y devuelva la racionalidad perdida por el titular de la cartera. Si la cabeza piensa y actúa así, ¿qué podemos esperar del resto de la estructura? Lo más triste y preocupante es que no es un caso aislado…

lunes, 9 de mayo de 2022

Suben los homicidios… ¡Pero volvieron las carteras!

Imagen: portada El País 14/01/2018
Los homicidios al alza -
desde Julio de 2021- van consolidando una trágica tendencia que no parece preocupar a las autoridades del Ministerio del Interior, quienes guardan llamativo silencio. Mientras todavía resuena aquella desubicada arenga del Ministro: “¡volvieron las carteras!”, realizada ante una audiencia que le festejó el grito como una barra brava, las noticias de muertes violentas empiezan a romper un cerco mediático que intenta distraer con noticias relativas al corazón (presidencial) y alimentan la frivolidad oriental en la que hemos ingresado últimamente. Ni la violenta acción comando que dio muerte a un matrimonio frente a sus tres hijos en la puerta de su casa de Colonia Nicolich cuando se disponían a llevarlos a la escuela, ha sido capaz de despejar de la agenda la tan promocionada separación matrimonial del primer mandatario, que inundó las redes y los noticieros, el pasado fin de semana. Pero, la tragedia que vive la sociedad uruguaya no se detiene por más que haya habido una forzada mudanza en la residencia de Suárez; los homicidios lejos de bajar siguen creciendo a pesar de las falsas conclusiones que repartieron no hace mucho desde otro tipo de “cartera”, una que pide a gritos  volver a tener una conducción seria y responsable para enfrentar el problema de la inseguridad. Los homicidios ya no son tapa de los diarios, y pasaron a un rincón interior donde no hagan mucho ruido ni se instalen en la agenda diaria de los uruguayos…