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lunes, 19 de agosto de 2019

Otros vendrán que bueno te harán


Lleva casi una década en el cargo más difícil de todo el Poder Ejecutivo, sin dudas; por esa cartera han pasado muchos pero ninguno habrá dejado la huella que dejará él. Lo han negado desde que empezó la gestión, incluso luego de haber acordado una serie de medidas con el compromiso de todos los partidos que pronto se descolgaron del acuerdo. Sin embargo, siguió adelante con ese compromiso al que tomó como una hoja de ruta y lo cumplió en su totalidad. Sorteó decenas de crisis, sufrió la burla y el destrato político más implacable que haya soportado cualquier representante en esta u otra Secretaría de Estado. Sobre sus espaldas cargó el peso político de una campaña electoral que puso a la seguridad como el principal problema a resolver y no solo salvó el examen sino que lo hizo con la mejor calificación obteniendo -su sector político- el mayor respaldo en las urnas de todos los que participaron en la contienda. En cambio, su principal opositor y crítico en esa campaña, sufrió la peor de las derrotas sumiendo a su partido en el último lugar de la historia electoral. Es Eduardo Bonomi, alguien que intentan ocultar pero que no pasa inadvertido para quienes analizan con objetividad la gestión de quien devolvió dignidad a la Policía Nacional.