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viernes, 5 de abril de 2019

Omertá acorralada

Manejaron el poder (en comunión con civiles) durante 13 años y aún más, pues recuperada la democracia mantuvieron sus privilegios al punto de constituirse en una casta a la que la Justicia no le llegó a aplicar el peso de la ley conforme a sus responsabilidades. Fueron impunes durante mucho tiempo – demasiado - por los actos de terrorismo ejercidos cuando ostentaron el poder de facto. Se afiliaron al silencio como estrategia y nada les importó el dolor ni el sufrimiento de los familiares de quienes fueron “chupados” por sus acciones haciéndolos desaparecer sin dejar rastros. Ese pacto de omertá, al parecer, fue roto por uno de sus principales brazos ejecutores en un acto que no encierra ningún mérito sino todo lo contrario, ya que no hay un atisbo de arrepentimiento en su declaración. Parece más una venganza interna de quien reconoce en el ocaso de su miserable vida, lo que durante tanto tiempo negaron (protagonistas y cómplices), sobre el destino de los desaparecidos uruguayos.

domingo, 31 de marzo de 2019

Cambalache electoral

Fuente imagen: clubniva.com
Seguramente Enrique Santos Discépolo no imaginó la trascendencia que alcanzaría su famosa creación del tango “Cambalache”. Aquella visionaria letra, inspirada seguramente en una realidad que lo interpeló a escribirla, adquiere una vigencia tal hoy día a la que no escapa la otrora “tacita de plata”,  inmersa en los albores de una campaña electoral que empieza a teñirse de imágenes y situaciones dignas de “Discepolín”. Si bien sabía que el mundo fue y será una porquería, seguramente nunca imaginó que la política uruguaya -en pleno Siglo XXI- pudiera compararse con aquella realidad tan magistralmente reflejada por su puño y letra… o tal vez sí. Lo cierto es que hoy revivimos ese himno del tango rioplatense para representar la parte más baja y rastrera de una clase política que apela a viejas prácticas donde lo que menos interesa es cuidar la imagen y hacer un ejercicio de alta política pensando en el interés de las mayorías. Bienvenidos al cambalache electoral uruguayo… de los mismos de siempre!