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martes, 2 de marzo de 2021

La nueva espontaneidad

El 2020 pasó de forma vertiginosa al impulso de una pandemia que se llevó casi todos los titulares pero impuso una "nueva normalidad". Cual si fuera una tabla (¿de surf?), rápidamente fue aprovechada para potenciar la figura presidencial que se embanderó con el tema y disfrutó las mieles de un triunfo pírrico que sobre fin de año mostró una realidad distinta a la que pintaban. La subestimación pagó su precio y Uruguay fue el último país en obtener las vacunas, rápidamente la agencia de publicidad instaló el cliché de que seremos el primero en vacunar a toda la población en tiempo récord. Lo que no aclaran es que si se hubiera empezado antes se hubiera terminado también antes y el récord sería doble… ¿Será? En medio de todo ese panorama, la maquinita de generar agenda no descansa y sin importar las críticas continúa aplicada a un libreto muy bien armado que sigue cuasi al pie, el derrotero de la política macrista bajo la batuta de Durán Barba. No hay acción “espontánea” de nuestro Presidente que no tenga su antecedente argentino y las redes no demoran en revelarlo. Pero, cual rinoceronte enfocado en su objetivo, poco importan esas revelaciones y mucho menos las comparaciones para un mandatario que administra sus salidas de forma inteligente con el auxilio invalorable de los medios que contribuyen en esa dimensión que podríamos llamar "la nueva espontaneidad"...