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domingo, 19 de febrero de 2017

Festejo pírrico



Fue la octava interpelación al ministro Bonomi; y fue la octava vez en que este inundaría el hemiciclo parlamentario de la cámara de representantes con un caudal informativo digno de elogio por críticos de siempre que esta vez admitieron la contundencia del relato y la capacidad de análisis del Ministro más cuestionado del Gobierno. Es que si algo distingue a Bonomi es precisamente eso, aprovechar las instancias de concurrir al Parlamento para nutrir de información relevante para muchos menos para quienes alzaron su mano para votar en contra de una moción satisfactoria por primera vez en 12 años. Claro que tampoco usaron sus manos para redactar una moción contraria, sino que se sumaron a la de un diputado del FA que se declaró independiente, para con ello hacer creer que volvían a ser mayoría. Fue una “victoria pírrica”, donde otra vez desperdiciaron la oportunidad de sumarse a los cambios que provocaron la baja de los delitos que más atormentan a la sociedad uruguaya junto con el inicio de un camino cierto y seguro hacia la erradicación de la violencia en los escenarios deportivos.