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martes, 8 de septiembre de 2020

De aquel honor no queda nada

La palabra honor merece otro tratamiento muy diferente al que le brindan algunos protagonistas de la historia uruguaya, esa que están escribiendo con dichos y con actos, los mismos actores que no hace mucho daban cátedra de pundonor y respeto institucional. Esos mismos que construyeron un relato basado en burdas mentiras que hoy se desvanecen por la razón de los hechos que ellos mismos protagonizan. Si no hubo honor en los tribunales encargados de evaluar la conducta de represores y violadores de DDHH, (que diera origen a una de las más elaboradas operaciones de inteligencia que hayamos visto en la historia reciente), menos lo hay en la actitud asumida por el senador Manini Ríos. Atrás quedaron sus promesas de campaña, sus gritos destemplados afirmando la mentira que hoy se consuma con la manifiesta decisión de no votar su desafuero, saliendo de sala. Del ridículo no se vuelve, de la mentira tampoco, y de aquel honor no queda nada…