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sábado, 20 de junio de 2015

Soy Gil

Soy el Perro Gil.
Pero no hago giladas...

Antes no le llamaban “bullyng”

Si habré padecido bromas, algunas sanas y otras de mal gusto, a lo largo de mi más de medio siglo recorrido. Entonces no existía el “bullyng”, pero se lo practicaba sin asco. Claro que estábamos blindados por una familia que si algo nos enseñó siempre fue a ser honestos y orgullosos de nuestro linaje, haciendo que aquellas bromas u ofensas, cayeran en saco roto siempre. Jamás sufrí por esa circunstancia, menos la sufriré hoy con el cuero ya curtido y habiendo doblado el codo de la vida.