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lunes, 31 de marzo de 2014

Fútbol uruguayo: negocio privado con seguridad pública

Largas discusiones lleva el tema y hasta ahora no se ha podido dar con la solución, la violencia sigue instalada en ocasión de un espectáculo deportivo... mejor dicho, en ocasión de un espectáculo de fútbol. Y de fútbol profesional, organizado por privados, con intereses comerciales que -a pesar de lo que dicen los dirigentes- sigue siendo apetecible para quienes pujan por la concesión del mismo. Ni la buena actuación del combinado uruguayo en Sudáfrica 2010 y un merecido posicionamiento entre los diez mejores del ranking FIFA sirvió para apaciguar los ánimos. El botín sigue siendo un objetivo para muchos, las barras bravas se disputan los negocios del merchandising de los clubes, se disputan los estacionamientos de estadios construidos y de otros que están por serlos, se disputan, se disputan, y se disputan... Mientras tanto, el glorioso fútbol uruguayo atraviesa una de sus peores épocas y no sólo por el magro rendimiento en las canchas (que lo tienen los clubes a nivel local e internacional), sino también por los incidentes provocados por quienes se arrogan el derecho de ser protagonistas sin entrar en la cancha ni calzar zapatos de fútbol...