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domingo, 26 de diciembre de 2021

¡Viva (el) sexto año!

Un legislador y un edil salieron rápidamente a viralizarlo en redes sociales y de ahí a que lo tomaran los medios no se demoró nada. Claro que el legislador abrió el paraguas (seguramente a sabiendas de la falsedad de su contenido), lo que no hizo el edil que se tiró a una piscina sin agua y así le fue. Bueno, es cierto que no es la primera zambullida en falso, tampoco, de ninguno de los dos protagonistas del caso, pero así y todo resulta de una desprolijidad mayúscula tamaño exceso que debería tener alguna consecuencia mayor que no pudiera zanjarse solamente con un simple pedido de disculpas. El caso es todavía más grave porque no solo comprobó la ANEP la falsedad de lo divulgado, sino que mandó archivar rápidamente el caso sin reparar que existió un video que seguramente fue manipulado para que se escuchara en redes lo que no se dijo en aquel acto de fin de curso en una escuela de Canelones. Las mismas redes se encargaron no solo de desenmascarar la farsa sino de devolver la gentileza con la picardía intacta de que el grito que verdaderamente existió tenía un implícito mensaje codificado…