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martes, 30 de abril de 2019

¿Y si paramos la violencia?

Vivimos tiempos violentos y eso ya nadie lo discute. Cada día se producen múltiples hechos donde la violencia es un denominador común que dice presente en cada uno de ellos. El comportamiento humano vive tiempos violentos, ha incorporado a esta peculiar reacción de su carácter como un insumo más en el cotidiano vivir de la especie. A pesar del proceso civilizatorio que sigue impresionando con sus avances en el conocimiento humano -que se multiplica a un ritmo vertiginoso y exponencial- no ha logrado que ese avance se traduzca en la reducción de los índices de violencia de sus congéneres. Parece un contrasentido, que, siendo cada vez más inteligentes, no seamos capaces de encontrar esa fórmula que logre bajar la violencia, madre de muchos de los males que padecemos. Estamos inundados de diagnósticos y previsiones, nos limitamos los derechos en procura de lograr ese cerco social que evite los efectos del accionar violento y, sin embargo, la violencia sigue expandiéndose como una epidemia incontrolable. Ensayamos muchas medidas que apelan a la misma herramienta como vacuna, es decir a la represión legítima -que no deja de ser violencia también- una respuesta que no logra resultados efectivos y termina alejando las soluciones definitivas al problema. Es tiempo de ensayar otros caminos...