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jueves, 21 de abril de 2016

Pare... ¿de sufrir?

Una noticia me impactó por inesperada, resulta que en Maldonado se plantea una iniciativa pecualiarmente extraña: la eliminación de los carteles de PARE. La razón invocada sería el cúmulo de siniestros protagonizados por turistas que tienen asumida la regla de la preferencia antes que la señal internacional referida. Salvo que el suscrito haya leído mal y de lo que se trate sea de eliminar otros “Pares” como los Pare de Sufrir, que esos sí que hacen daño con sus lavados de cerebro entre la gente más humilde.

¿Y si le ponen Stop?


Realmente me resulta extraña la iniciativa, más en un país como el nuestro en el que la siniestralidad vial es alta y obedece -muchas veces- a una desobediencia asumida al respeto por las reglas y señalizaciones del tránsito. Lejos de aceptar silenciosamente esta iniciativa, la discuto. No me parece una medida adecuada y menos que surja sin consultar antes a la UNASEV, que es quien marca las políticas relativas a seguridad vial. 

Sin conocer aún el informe técnico al que refieren los artículos de prensa que difundieron esta noticia, la UNASEV -consultada por el suscrito- manifestó sus dudas pues lejos de suprimir señalizaciones estas deberían racionalizarse tal cual es la tónica mundial y -sobre todo- respetarse.

Los carteles de PARE mantienen el diseño internacional que hacen a los mismos una marca mundialmente conocida y salvo el idioma, la forma, tamaño, colores y diseño, son iguales en todas partes del mundo, por lo que resulta incomprensible el argumento esgrimido para su eliminación en algunos cruces de Maldonado. Si los turistas manifiestan desconocimiento no puede ser de recibo -aún cuando querramos ser simpáticos y buenos anfitriones- el argumento ya que nada les exime de cumplir con las reglamentaciones como cualquier uruguayo. Que le agreguen otro debajo con la leyenda “Stop”, si es que el argumento esgrimido es el idioma.

Quizás la razón sea otra, y sea la existencia de carteles en lugares que no justificarían tal señalización. En otras palabras, carteles de PARE que otorgan preferencia a calles de Maldonado que no justificarían tenerla. Pero ese es otro cantar y de recibo para cualquiera con cierto grado de sentido común. No así el argumento reseñado en las notas sobre la costumbre de los turistas a regirse por la preferencia de quien circula por la derecha ya que con ese argumento no necesitaríamos ni los carteles de PARE ni los semáforos, por citar algunos de los mundialmente reconocidos.

La ilusión me duró poco, yo había pensado que se eliminarían otros PARE que bajo la apariencia de dejar de sufrir a sus fieles, recaudan millonarias cifras de un diezmo ofrecido por gente humilde mayoritariamente. Esos no solo han copado las calles de nuestras ciudades sino también la caja boba, al punto que nos obligan a parar de mirarla y agarrar un libro. Siendo ese el único milagro que les reconozco. 



el hombre paró en la esquina,
el perro meaba la columna...

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