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martes, 10 de marzo de 2020

Discursos fallidos

Según el lado del mostrador que uno ocupe es como se desempeña u opina, en tanto se tienen roles y responsabilidades diferentes que cumplir. Pero, cuando uno tiene aspiraciones de ocupar el lado del mostrador donde se toman decisiones debería considerar mantener la línea de pensamiento que tuvo del lado que le tocó estar antes, o por lo menos tratar que sus decisiones sean consistentes con su archivo. A escasos días de asumido el gobierno multicolor, varias señales desafinadas empiezan a mostrarse y sin ánimo de torpedear desde el inicio al buque recién botado, hay cosas que no parecen atildadas ni coherentes con su pasado más reciente. Nadie resiste un archivo… nadie.

Cerrame la ventana
En el programa Desayunos Informales de Canal 12, el pasado lunes 9 de marzo, el hoy Ministro de Defensa - Dr. Javier García - realizó algunas afirmaciones que me hicieron acordar a las críticas – muchas de las cuales él fue protagonista -  que le hicieran a Bonomi cuando dio detalles de un sonado hurto sufrido por la entonces senadora Verónica Alonso. En aquella ocasión los ladrones habían ingresado a su finca por una ventana que inadvertidamente había quedado abierta, hecho que fue reseñado por el entonces Ministro del Interior en rueda de prensa.

Casi de inmediato y fieles a su estilo de permanente asedio a Bonomi, salieron a criticar sus dichos diciendo que el Ministro responsabilizaba a la víctima por el hurto sufrido. Bien, lo demás puede verse y/o leerse en los archivos de prensa de entonces. Lo insólito hoy –que son gobierno – es que recurran a los mismos dichos de Bonomi para justificar algunas de las medidas que se impondrán a los militares en aplicación de la ley que habilita a las FFAA a funciones de Policía en una franja de 20 km de nuestra frontera seca.

El hecho refiere particularmente a expresiones vertidas en dicha entrevista, donde en el minuto 9:20, argumenta las razones de las medidas que aplicarán para impedir el ingreso de la droga que afecta a la seguridad interna -  “… no solo la línea de frontera, no solo -como yo suelo decir- no solo las ventanas y la puerta del país… Usted, si deja las ventanas y la puerta  libres de su casa se le meten para adentro, si no la primera noche, la segunda…”.

Tanta sinceridad no la hubiera esperado a pocos días de asumir y menos que aplicara el sentido común (por lo menos vemos que tiene), y utilice el mismo razonamiento lógico que tanto le criticaron a Bonomi entonces. Lo extraño es que nadie le haga acuerdo de este punto pero como existe el registro, lo dicho, dicho está, no se puede ocultar. Lo malo es que según les convenga utilicen argumentos para denigrar a una persona y su gestión, pero cuando les conviene, usen los mismos argumentos para su beneficio como si nada.

Ahora sí

En estas dos primeras semanas del nuevo gobierno se disparó el dólar agitando el pequeño ambiente de tranquilidad al que estábamos acostumbrados en la comarca. De aquel “viento de cola” que tanto pregonaron hasta no hace mucho tiempo, a este clima regional y mundial que empieza a afectar a la economía uruguaya, pasaron tan solo pocas semanas. Es cierto que hay una crisis mundial desatada por la aparición de la pandemia del Covid-19 que viene arrastrando a las bolsas mundiales a la baja. Pero no hace mucho, el mundo sufría sendas crisis que afectaron a nuestra región, con la diferencia que “San Danilo” nos mantenía a salvo con un blindaje que envidiaban todos los vecinos. Hoy, el panorama mundial sigue con las mismas crisis que se suceden cada tanto pero la diferencia no está afuera sino adentro mismo de nuestro país y es que hubo un cambio de conducción económica que nunca pensamos se sintiera tan rápido.  

El ministro Uriarte no pudo contenerse y soltó que era una solución “ansiada” que festejan los agro-exportadores y los grandes grupos económicos. Al menos habría que pedirles que disimulen un poco, evitando “las expresiones de júbilo”, como solía decir el recordado y querido Omar Gutiérrez.

Olvidan que la inmensa mayoría de la población sufrirá las consecuencias con la suba de la inflación que será la primera de las consecuencias. El peor de los impuestos que impactará en los trabajadores y su salario, en los jubilados y pensionistas, en definitiva, en los que hacemos parte de este país, los que vivimos y consumimos acá, moviendo el mercado interno. Ese mismo mercado que supo mantener la economía en tiempos de crisis y que tiene a la masa trabajadora como verdadero pulmón que hoy se encuentra amenazado.

No puedo olvidarme de las críticas con las que bombardearon durante todas las gestiones frenteamplistas y fundamentalmente la disparidad de criterios utilizados entonces que ahora parecen ser de recibo. Cuando los números daban bien gracias a las medidas de apertura de mercado y revitalización del mercado interno a partir del gran distribuidor de la riqueza: el salario, las razones del crecimiento - para la oposición de entonces -  eran el viento de cola. Sin embargo, aún en tiempos de crisis internacionales, se mantuvo ese mismo discurso haciendo caso omiso a una realidad que era motivo de ejemplo a seguir por connotadas consultoras internacionales que mantenían el grado inversor uruguayo y ponían de ejemplo a la conducción de la economía nacional. Incluso mucho antes de ahora, con el viento de frente, se supo mantener el crecimiento –exiguo sí, pero crecimiento al fin- hasta el fin del período frenteamplista. Pero bastó asumir el nuevo gobierno para que se viniera el vendaval de golpe. ¿Será que como dijo el ministro García, dejaron las ventanas abiertas?

La globalización tiene sus puntos a favor pero también los tiene en contra, hoy todo nos llega más rápido y hay que estar preparados para las consecuencias. O saber cómo enfrentarlas para  minimizar sus efectos y hasta para intentar revertirlos.

Hoy tienen la responsabilidad de gobernar, y enfrentar los desafíos con la obligación de saber que cada una de sus decisiones afecta a todos los uruguayos y que hay que saber gobernar para todos y no solo para algunos. 

En definitiva, gobernar es -o debería ser- buscar la pública felicidad.



el hombre miraba una pizarra,
el perro enterraba un hueso…

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