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viernes, 17 de marzo de 2017

Los hermanos sean unidos

La interna frenteamplista fernandina tuvo siempre una virtud (negativa) que es la de primar por encima del verdadero interés político que significa la fuerza progresista FA.  El objetivo de acumular voluntades para hacer que el proyecto político de izquierda sea una realidad contemplando las necesidades de los que menos tienen, quedó relegado. A tal punto se ha crispado esa interna que tras haber llegado al gobierno y renovarlo, se perdió de forma increíble por esa feroz puja personalizada en sus dos líderes más visibles (Oscar De Los Santos y Darío Pérez). Una puja que fagocitó el caudal electoral permitiendo la reinstalación de un modelo que no vacila en cobrarse venganza con impuestos y quita de beneficios otorgados por el anterior gobierno departamental. Sea cual fuere la razón de las diferencias, los actores políticos deberían dejar de lado las razones personales (si las hubiere) y consentir en apostar a un proyecto común que permita volver a instalar el proyecto progresista en nuestro principal departamento turístico. Los hermanos sean unidos… porque si no, los devoran los de afuera.


Fuera de foco

Esta columna se escribe en la previa de la interpelación al Intendente Antía por la suba de impuestos que trepó a cifras exorbitantes en algunas franjas de la sociedad fernandina (mayoritariamente de clase trabajadora). Una interpelación a la que seguramente se le sumen otros temas que lindan con el impuestazo decretado, como es el caso de la tasa de seguridad que financia la instalación de las 1100 cámaras de videovigilancia tan promocionadas. Un proceso al que se le discute su carácter de compra directa y en secreto “por razones de seguridad” y que recibiera el cuestionamiento del edil Eduardo Antonini del FA quien comparó el caso con la licitación pública internacional que realiza el Ministerio del Interior por las 3300 cámaras que instalará en la zona metropolitana del país.

Es que la interna fernandida protagonizada por Oscar y Darío, opaca esta interpelación y desvía el interés mediático local. 

Darío Pérez salió a hablar de supuestas vinculaciones de De Los Santos con Sanabria (padre) que le habrían permitido llegar al gobierno cuando disputaban candidatura por el sillón municipal ambos representantes. Es que las derivaciones de las actividades del clan Sanabria dieron pie para que -ruido mediante- los micrófonos buscaran alimentar el tema. Es que ese tipo de desencuentros parecen ser los preferidos de la prensa tan afecta a los programas de chimentos de la vecina orilla, pareciera dije…

Porque los dichos de Pérez no dejan de ser una hipótesis de difícil (por no decir imposible) comprobación ya que uno de sus protagonistas está muerto y el otro -como se preveía- niega dicha acusación. Y la verdad, al flaco De Los Santos le creo, que quieren que les diga. Me parece un tipo honesto y sin vueltas, no sé qué pasó entre Darío y él pero me inspira confianza y mucho más después de escucharle en radio Sarandí cuando habló de renunciamientos.

Un tipo que llega a la conclusión que es más importante el proyecto que las personas (más cuando esa persona es uno mismo), y admite que deberían dar un paso al costado él y Pérez, habla de un tipo que no está atado a ningún pedestal de poder y que en verdad cree en un proyecto común que no puede darse el lujo de otra derrota.

En la entrevista que le hicieran Silvestri y Pereyra en Sarandí este viernes 17 de marzo, el diputado De Los Santos reconoció el trabajo de los ediles de Cabildo 1813 (grupo que lidera Darío Pérez) durante su gestión, con lo cual da pie a pensar que supo trabajar muy bien aún cuando mantuvieron diferencias políticas importantes. Dando a entender de la importancia del proyecto antes que las personas.

No creo que Darío Pérez sea una mala persona, muchos menos que sea menos frenteamplista que De Los Santos. No sé el motivo de tanto reproche personalizado y menos hacerlo a 3 años de las elecciones, hablando de cosas que ya no son posibles de cambiar. Es dejar registro para la oposición quienes -seguramente- guarden estos archivos para el momento electoral sacarlos a relucir. La oportunidad no fue feliz, sin lugar a dudas. Hoy es tiempo de hablar de una gestión municipal que hace caja con el bolsillo de los trabajadores y realiza procedimientos poco transparentes como se está denunciando. Sin embargo, llenamos de nubarrones la interna frenteamplista para desviar el foco de atención. En la jerga futbolera se diría que nos estamos pateando penales en contra.

En estos momentos de asperezas, reproches y cuestionamientos, es cuando debe aflorar la grandeza de los líderes de la fuerza política para que restañen la relación y recuperen Maldonado para la gente. No puede haber nada tan insalvable como para que no se deje de lado esa puja intestina que solo puede vaticinar otra derrota, algo que sería imperdonable.

Por estos tiempos el FA vive un proceso de internismo que no es buena señal; seguramente la razón esté en el acomodamiento de piezas y la búsqueda de identidades propias pero quien lo practica está siguiendo un camino equivocado. No se puede marcar perfil denostando al compañero porque el enemigo es otro, no el que integra nuestra fuerza. No darnos cuenta será como seguir pescando en una pecera cuando el FA fue siempre una fuerza de acumulación; y sólo se acumula incorporando voluntades al proyecto político, no criticando compañeros y generando divisionismo.

Lo escribió Miguel Hernández y lo puso en boca de un gaucho rebelde y sabio como Martín Fierro: “los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean...los devoran los de afuera...”

el hombre raspaba la guitarra,
el perro ladraba una sextina...

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