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domingo, 31 de enero de 2016

Tabaré al frente

El Consejo de Ministros en Artigas estuvo presagiado de escraches y manifestaciones que harían de la convocatoria republicana una instancia de protesta y reclamos populares que pondrían en jaque al Presidente, según auguraban por la prensa los promotores de la movida. Lejos de amedrentarse, Tabaré redobló la apuesta y se plantó firme en su intención de promover la práctica republicana de gobierno a todo el país fiel a un estilo que impuso en su primer mandato y que estaba dispuesto a repetir en este segundo. Y por si fuera poco, no solo que mantendría firme su decisión de convocar al pueblo a esta forma de democracia directa sino que estaría presente un día antes para poder responder directamente a los reclamos que se le plantearan sin rehuir del tema ni mucho menos. 


Con la gente y por la gente

La capital departamental del norte esperaba al Gobierno en pleno con singular expectativa. Desde temprano se podía ver el inusual movimiento de periodistas, móviles de prensa y miembros del Poder Ejecutivo que iban llegando a la ciudad capital para el intercambio previo con la población del norte del país. Una región castigada por la naturaleza no hace mucho tiempo y que merecía ser escuchada de primera mano, sin intermediarios.

La tarde se fue colmando de comitivas que se iban distribuyendo por toda la capital para recibir a la población organizada que quería hacer oír sus reclamos y plantear sus problemas al gobierno constituido por estos días en el punto más septentrional del país.

Al tiempo que el Poder Ejecutivo se trasladaba para oír a la sociedad artiguense, se preparaba una movilización que contaba con el apoyo logístico de los partidos de la oposición siempre dispuestos a esos menesteres.

La calle Lecueder se iba ambientando paulatinamente para la movida y la plaza principal se llenaba de concurrentes entre los que se mezclaban -seguramente para intentar sumar más adeptos- los convocantes que buscaban tentar a los domingueros visitantes de la plaza pública del pueblo.

En otro sector de la ciudad, una caravana recibía al Presidente a modo de desagravio, dando muestras claras de que las opiniones estaban divididas en el departamento.

Frente al Hotel Casino, donde se alojaría el Presidente Tabaré y muchos de sus Ministros, se comenzó a convocar el grueso de los manifestantes alentados por la arenga de un animador que, a pesar de mucho esfuerzo, no lograba concitar el entusiasmo de los pocos asistentes. En verdad, para la expectativa generada con la movida mediática, la asistencia de no más de 120 a 150 personas -muchas de las cuales eran simples curiosos y otros, periodistas que hacían la cobertura- era poca, muy poca la concurrencia, pero igual merecieron la atención del Presidente.

Porque Tabaré no se quedó esperándolos sino que siguió su agenda sin desconocer la movilización pero sin descuidar el verdadero motivo de su visita al departamento de Artigas. Así fue que visitó primero a los damnificados por las inundaciones, esos que merecían la principal atención del Gobierno, tras sufrir una de las peores inundaciones que recuerda la historia del país y de este departamento en especial.

Mientras una señora leía la proclama en la intersección de Lecueder y Luis Alberto de Herrera, en pleno centro de Artigas, los autos circulaban con la música a todo volumen como si aquella actividad no les importara. Mientras tanto, a unas pocas cuadras, Tabaré inauguraba -junto al Intendente Caram y la ministra Kechichian- el Centro de Visitantes de Artigas para promoción del turismo departamental, con un marco de público que superaba ampliamente a los de aquella movilización. 

Pero al Presidente algo le molestaba y era el no dar respuesta directa a los reclamos de esa gente que se convocó para darle un mensaje y hacia ellos fue, directo y franco, como le gusta ser. Así fue que no transitó más que tres o cuatro cuadras y se bajó del coche y se apersonó a quienes reclamaban por un CTI para el pueblo de Artigas así como por la Ruta 30 y el balizamiento del aeropuerto.

Estuve allí, nadie me lo contó. Pude ver a mi Presidente escuchando y respondiendo a los reclamos. Disipando dudas y dando la cara, de frente, como nos gusta a los frenteamplistas. Allí esclareció que -tras el acuerdo alcanzado con mutualistas locales, ASSE aseguraba 4 camas en CTI para la atención de la población artiguense.

Los vecinos le increparon porque no se hacía el CTI en el hospital departamental, a lo que el Presidente respondió a partir de su experiencia como médico de los costos que ello implica y que al fin de cuentas lo importante es que el servicio se iba a dar de todos modos. También aseguró el servicio de un helicóptero sanitario para el departamento.

Otro reclamo fue la Ruta 30, que ya aseguró su reparación así como también se le criticó la falta de balizamiento del aeropuerto. Tareas que se comenzarán a concretar en poco tiempo, pero que él había venido en avión para demostrar que el aeropuerto funciona, con las carencias de no ser uno internacional pero que estaba operativo.

Fueron unos minutos largos, intensos, en los que el Presidente escuchó y se hizo escuchar al punto que terminó aplaudido por los asistentes que valoraron su franqueza y su valentía de dar la cara a sus justos reclamos.

Yo vi a mi Presidente haciendo el más puro y bendito ejercicio de la democracia, vi a mi Presidente escuchando al pueblo y dando respuestas a ese pueblo,

Yo vi a Tabaré ir de frente y al frente, como debe ser.




el hombre sacó la foto,
el perro se sumó a la selfie...

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