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martes, 25 de noviembre de 2014

Mentiras por la red

Mentiroso en twitter
El sábado 22 de noviembre se corrió la 10k de Nike por la rambla de Montevideo, más precisamente por la Rambla Presidente Wilson. Más de 10.000 corredores de todas las edades se dieron cita para disfrutar de un momento deportivo saludable y donde se respiró una sana convivencia durante toda la actividad. Sin embargo, ya finalizada la prueba recibí un mensaje de texto que me descolocó. Preguntaban por los incidentes ocurridos en la carrera y en los que había tenido que intervenir la Guardia Republicana. No entendía nada...

En la red del pajarito (twitter) denunciaban la suspensión de la carrera a los 5k de su partida por “tremenda trifulca agresiones y lesionados” (sic).  Si alguien pensaba que estaba todo dicho en esta pobre y desmotivada campaña, se equivocaba, todavía quedaba espacio para emitir mentiras por la red...

Ladran Sancho, señal que pierden


Juan Ramírez Saravia no es un usuario cualquiera de las redes, es abogado e hijo de quien fuera Ministro del Interior durante el gobierno del Dr. Luis Alberto Lacalle. Es un militante político que ha demostrado no tener reparos en mentir descaradamente con tal de intentar algún rédito político (¿qué otro motivo tendría sino?).

Semejante acto de irresponsabilidad debiera tener alguna consecuencia, no puede salir gratis que alguien calificado como él, que maneja o debiera manejar información relevante y veraz, utilice las redes sociales para generar disconformidades apelando a burdas falsedades que jamás ocurrieron.

En efecto, el pasado sábado 22 de noviembre no ocurrió nada de lo que twitteó, nada. Apeló a la mentira más burda y absurda que se le pudo ocurrir para generar malestar en un ámbito afecto a multiplicar noticias sin confirmación.

En un acto de absoluta y despreciable irresponsabilidad escribió en 140 caracteres:

“Increíble. La carrera 10 k nike se corto a los 5 k a la altura del parque rodó por tremenda trifulca agresiones y lesionados. Vamos bien..”

Y aumentó la flagrancia de su falsa afirmación tecleando: “Como sociedad estamos retrocediendo. Tuvo que intervenir la Republicana a caballo a cortar los incidentes en la carrera 10 k de nike”.

Es cierto, como sociedad estamos retrocediendo si de la Universidad de la República salen abogados como este que no vacilan en mentir deliberadamente y a cualquier costo para intentar algún crédito político en su beneficio.

Que quede absolutamente claro: nunca hubo incidente alguno en una competencia que si de algo se puede enorgullecer es por la pacífica concurrencia de más de diez mil almas que tiñeron de amarillo la rambla de Montevideo a la altura del Club de Golf.

Este tipo de actitudes de los internautas pone en discusión el valor de las denuncias hechas por las redes y no por los carriles formales. Actitudes como estas deslegitiman todo intento por hacer de las redes un medio idóneo de denuncia, por el contrario, debilitan el instrumento y lo hacen poco o nada confiable.

Existen cuentas que hacen un uso responsable de la red e intentan dar un servicio a la comunidad advirtiendo determinados hechos que ocurren y a los que se toma en consideración no sin reparos. Es que está latente siempre el resquemor de hacer caso a denuncias falsas o inexactas con el agravante de desviar recursos públicos destinados a atender una emergencia real y concreta.

Imaginemos por un instante que se hubiera tomado por cierta la advertencia disparada en la red, algo que reclaman muchas veces a quienes administran las redes oficiales. De hacerlo -sin una denuncia formalmente realizada y con las garantías que ellas otorgan- se podría estar favoreciendo a quienes quieren desviar la atención de las fuerzas públicas para así liberar zonas ocupando los recursos en llamados falsos como este. Es por esa razón que hay que ser cautos y mesurar este tipo de denuncias pues no faltan quienes hagan el peor uso de un recurso válido que terminan bastardeando innecesariamente.

Todavía está fresco el caso de aquella chica presuntamente secuestrada cuya denuncia en las redes terminó viralizándose y a las que las autoridades dieron curso en atención a la alarma que había alcanzado en las redes. Finalmente ni hubo secuestro ni tampoco que lamentar un mal mayor, salvo que la chica en cuestión terminó admitiendo una apropiación indebida que le motivó a huir de su casa familiar.

En los tiempos que corren, el mal uso de las redes lleva a recordar la historia del pastorcito mentiroso, aquel que de tanto mentir perdió credibilidad y cuando padeció el verdadero ataque del lobo no contó con el crédito suficiente para que asistieran en su auxilio.

Así le pasará de aquí en más a Juan Andrés Ramírez Saravia, abogado que en sus ratos libres se dedica a emitir mentiras por la red...



el hombre mintió pidiendo auxilio,
el perro ni lo miró...

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