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miércoles, 31 de agosto de 2011

“Our Body”, mostrando el cuerpo… de otro


En el 6º nivel del estacionamiento del Montevideo Shopping se exhibe una muestra de cuerpos humanos reales, que fuera declarada de interés cultural y turístico (¿?) por el Estado uruguayo. (Our Body: el Universo Dentro)

La Senadora Mónica Xavier se adelantó a este perro comentarista pero bien vale ahondar en el tema pues además de los argumentos que utilizó la misma tengo otras razones que me llevan a desaprobar esta muestra itinerante.Seguramente sea cierto que –no tengo porqué no creerlo- los fallecidos cuyos cuerpos se exhiben en la muestra itinerante, hayan dado su consentimiento para la misma. Pero aún cuando ello sea así, me rechina la idea de una exhibición con tinte turístico y comercial como esta. En efecto, acá lo cultural deja lugar a lo comercial netamente por cuanto se cobra entrada para que el público alimente su sentido de la morbosidad y concurra a presenciar una exposición de cuerpos que bien pueden simularse con otras técnicas sin necesidad de recurrir a tanto realismo polimerizado.

Pero claro, quitarle el sesgo de realidad va en contra del sentido morboso que es el gancho para que -los mismos que alimentan su morbo viendo la crónica roja de los noticieros- acudan a ver cómo se verán ellos mismos cuando la huesuda toque a su puerta. Con la diferencia, claro está, que no habrá polímero que valga y el final no tendrá la itinerancia que tienen estos cuerpos.

Estoy con Xavier además porque seguramente si fueran nuestros muertos, no permitiríamos semejante exhibición por más interés cultural y/o turístico que se invoque. No me imagino a las escuelas visitando la muestra –de hecho no vi promoción alguna que mostrara a escolares recorriéndola- seguramente porque todavía queda un poco de humanidad en las escuelas uruguayas y el respeto por los muertos nos lleva a no interesarnos en muestras de este tipo.

Pero lo que más me chocó no es directa responsabilidad de los organizadores, y sí la tiene un famoso movilero de televisión de las mañanas uruguayas, que no reparó en tener un mínimo de sensibilidad al presentar la muestra.

Una ridícula sesión de ventriloquia pretendió ser la introducción a su salida al aire, mientras se mostraba el cuerpo de un ser humano que no tuvo mejor idea que morirse y donar su cuerpo para que las generaciones venideras pudieran aumentar su conocimiento científico. Un ser humano que no contó con que también habría algún desubicado que ridiculizaría su imagen para intentar ser gracioso a la hora de salir en vivo.

Es cierto lo que también dice Xavier respecto del lugar elegido para la muestra, el mismo opaca cualquier sentido cultural que se pretenda. A todas luces la finalidad es comercial y no cultural (mucho menos científica), al punto que declararla de interés turístico termina confirmando la idea de su verdadero sentido: lucrar por donde se lo mire.

Si fuera un interés estrictamente cultural y científico, no se cobraría el precio que se cobra por la entrada y no hubieran elegido el lugar que eligieron para su asiento. Este circo montado no hace otra cosa que demostrar la miseria humana que por “don dinero” es capaz de todo.

Lejos en el tiempo quedaron los Circos de Fenómenos, sin embargo algo parecido es esta muestra. La diferencia está en que los fenómenos que la integran se merecen todo el respeto y  agradecimiento por el sentido que dieron a su muerte.

Si fueran nuestros muertos ¿qué pensaría usted?

 
el hombre enojado apagó la TV,
el perro acompañó con un gruñido

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