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martes, 25 de agosto de 2009

Domingo 23 de agosto











La cita tradicional de 18 y Tristán Narvaja tendría su jornada habitual no sin contar con la presencia escandalosa de simpatizantes de la 71 de Lacalle que eran mucho ruido pero poca receptividad en la gente. En efecto, llenaron de banderas amarillas y azules con muy bien producidos militantes que lucían estridentes camperones amarillos que los distinguía plenamente en un domingo de sol pleno. Se parecían a Julio Ribas en pleno verano luciendo la tradicional campera cabalera sin importar los grados Celsius que produzca el astro rey.

Como reseñaba, estábamos rodeados. Sin embargo el Dante -bastión inexpugnable de la Agrupación Tito Pereda- era defendido por estoicos compañeros que llenaron de banderas tricolores el enrejado impidiendo la avalancha baguala allí instalada.

Unas señoras muy coquetas, con un peinado bien producido, luciendo chaquetones apropiados y emitiendo miradas avasallantes, recorrían la vereda pasando por el frente del humilde puesto frenteamplista como si con ello pudieran evitar la polícroma presencia nuestra que era para ellos un obstáculo visual en esos momentos. Pero ante tal invasión amarilla de los blancos (que parecían sufrir una especie de ataque biliar a estar por la indumentaria elegida), la solidaridad de la gente se hizo sentir y de pronto así como fuimos rodeados por aquellos, se nos vino el malón compañero que hizo sentir su presencia saliendo a defendernos con su arrime al puesto. La emoción nos embargó profundamente pues pudimos sentir que el frenteamplismo está más vivo que nunca y sale a rescatar sus banderas ante la embestida de la derecha blanca que pondrá mucha plata pero carece de sentimiento a la hora de militar.

Fue acaso una hora o dos de mucho ruido con poca sustancia -y menores resultados- pues la gente se nos acercaba a retirar materiales, negándose a recibir los que pretendían distribuir los blancos. No estuvimos solos este domingo, compañeros del Nuevo Espacio estuvieron presentes para compartir esta experiencia. Cuando ya se habían retirado y eran pasadas las 13:30, se vino la movida de la Vertiente con tamboriles, banderas y gurisada que llegaron a la explanada de la Facultad de Derecho para hacer su agite y ya no hubo espacio para nada más que calor y color frenteamplista.

Se podría decir que lentamente empieza a despertar el pueblo compañero y se hace presente para defender los logros de su gobierno, con la clara intención de asegurar su continuidad.
Era hora, no?

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