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martes, 5 de marzo de 2019

Viejos zorros, mismas mañas

Estuvo coqueteando durante mucho tiempo, orejeó el partido desde el banco de suplentes y ahora, abortada la postulación de José Mujica y con su partido en riesgo de extinción (por absorción de Novick con “su gente” y en claro enfrentamiento con el benjamín Talvi), decidió salir al ruedo a riesgo que la biología le pase factura, al decir de Pepe. No faltó nada para que dejara ver su impronta y demostrara -una vez más, seguramente la última- que es un viejo zorro que viene con las mismas mañas…


Faltando a la verdad

Lo que puede ser un hecho histórico con la izquierda renovando por cuarta vez su mandato, lleva a la derecha más rancia a tratar de impedirlo apelando a cuánto recurso  tengan a mano. Desde las “fake news” viralizadas en redes sociales y replicadas por formadores de opinión, hasta la atribución de responsabilidad al gobierno frenteamplista por hechos o circunstancias que le precedieron y de la que intentan modificar su nacimiento para que coincida con la era progresista, todo sirve a quienes gobernaron por más de siglo y medio sintiéndose los dueños del país. Los mismos que no toleran a un gobierno que viene siendo destacado por la opinión internacional al punto de ser solitario oasis en medio de una región en crisis.

La economía consolidada de estos tres períodos consecutivos del Frente Amplio se debió -según estos- al “viento de cola”, ese que sigue soplando para los que no pueden reconocer que otra forma de conducir la economía era posible. El viento a favor no solo cesó hace rato sino que cambió de orientación para ponerse en contra, y, a pesar de esos vientos arrachados que asolaron la región para sumirla en profundas crisis que aún persisten, no pudieron detener el crecimiento de la economía uruguaya. Hoy son otros los vientos que aprovecha el Uruguay, ráfagas que son convertidas en energía limpia y renovable (tan solo uno de los tantos logros frenteamplistas).

Es obvio que un país no es una construcción que se levanta cada 5 años de cero, sino que es una sumatoria de todos y cada uno de los procesos políticos que lo gobernaron; y de la gente que aportó a esa construcción. Sería de una arrogancia inaudita pretender que el Frente Amplio se atribuya para sí todo el mérito del Uruguay como Nación; lo que sí es irreprochable es que hay un nuevo país a partir de su gestión. Los datos -esos que auditan organismos internacionales- así lo reflejan, a pesar que lo nieguen los mismos zorros de siempre.

Es cierto que la recuperación de nuestra economía comenzó antes de asumir el FA en el gobierno, pero también es cierto que el nuevo rumbo impuesto por los equipos económicos de izquierda consolidaron un camino de crecimiento ininterrumpido que nos permitió convertirnos en una isla a resguardo de todas las tempestades financieras de la región que antes eran un tsunami para el país. Hoy tenemos récords de reservas, deuda soberana, matriz energética renovable y una cartera de clientes internacionales que nos permiten mantener el superávit de las exportaciones sobre las importaciones desde hace varios años consecutivos. 

Durante los gobiernos colorados y blanco se formaron equipos para enfrentar el narcotráfico que ya representaba un problema de consideración en la realidad uruguaya.  Sin embargo, por estos días escuchamos al precandidato colorado decir que “hace 10 años no había bandas de narcotraficantes. Esto fue ahora, del gobierno frentista” (Dr. Julio María Sanguinetti, programa En Perspectiva del 4 de marzo de 2019). 

La casualidad es mayor cuando comprobamos que casi la misma frase la expuso -en el mismo programa- otro colorado que hoy está en retirada: “Hace 10 años no existía eso, vamos rumbo a lo que era el Bronx en los 70 o Miami en los 80, donde había narcos que dominaban barrios", dijo Bordaberry en el programa En perspectiva (citado por el periodista Gabriel Pereyra en una columna publicada el 1º de febrero de 2016 - “Adivinanza, ¿cuándo empezó la transa de drogas en Uruguay?”- que invito a que la repasen para saber desde cuándo se habla de narcotraficantes en el país).

Seguramente la memoria le está fallando al pre-candidato colorado  y dando la razón a Mujica cuando habló de la biología como el principal impedimento para postularse. Y si bien puede ser esa la razón, a este viejo zorro se le conoce por sus viejas mañas y esto no es más que potenciar una mentira en tiempos de redes sociales que se propagan sin mucho (o ningún) rigor de confirmación. 

¿Acaso no recuerdan las promocionadas quemas de droga del entonces ministro Stirling?, salvo que fuera todo una puesta en escena (que también lo fueron), se anunciaba la incineración de droga incautada, la que seguramente era apropiada a grupos de comerciantes que aún no habían decidido convertirse en narcotraficantes por más que ejercían tráfico y su materia prima era la droga.

Despertadores

En la campaña del año 2004 su partido colorado impulsó un spot publicitario que hoy se lo recuerda como el de los despertadores, invitaba a los uruguayos a despertar ante la inminente llegada de la izquierda al poder, y lo hacía apelando a viejos cucos. La derrota inapelable de aquel año lo llevó casi a la desaparición de su partido con el peor sufragio de toda la historia político-electoral del país. Una improvisada "Brigada Despertadores" colgó un pasacalle frente a la sede del partido -en la calle Martínez Trueba- con la leyenda "Que en paz descanse", firmada "Brig. Despertadores" y un reloj dibujado. No eran tiempos de celulares de última generación y la foto no pudo sacarse. Rápidamente lo descolgaron y nadie supo de su existencia... pero yo lo ví con mis propios ojos. Hoy son otros tiempos pero acuden a las mismas prácticas, apelan a la mentira burda en tiempos en que todo se viraliza sin verificar previamente. Pero se olvidan que todavía quedamos muchos de aquellos "despertadores" con la memoria intacta.

En la gestión  de los tres gobiernos frenteamplistas se ha dado una frontal batalla contra el narcotráfico; desde la Junta Nacional de Drogas se han impartido políticas de control que han ido en paralelo con un combate directo contra el narcotráfico en todas sus formas (el grande y el chico). Ello incluye grandes operaciones donde se incautaron importantes volúmenes de droga que llevaron a sus responsables a purgar prisión hasta nuestros días (Operación Guerrero de los Balcanes – la mayor incautación de  cocaína de toda la historia, por citar alguna); y una orden directa de combatir el microtráfico -bocas de drogas- a partir del cual se generan una serie de delitos asociados que atormentan a los vecinos en los barrios. Una actividad que si bien se manifiesta mayoritariamente en la zona metropolitana, se ha ido extendiendo a todo el territorio nacional.

En lo que va de este último período de gobierno, se han cerrado más de 2.400 bocas de drogas en todo el territorio nacional, y los volúmenes de incautaciones superan los doscientos millones de pesos (unos seis millones de dólares aproximadamente). Y eso sin contar la porción de mercado que se le arrebató al circuito ilegal con la regulación del cannabis (con casi 30 mil usuarios registrados que ya no concurren a una boca para adquirir un producto adulterado que no solo incrementaba su adicción sino ponía en serio riesgo su vida y los vinculaba con delincuentes).

El combate a las drogas no nació con el Frente Amplio, es cierto, tan cierto como que las bandas de narcotraficantes son bastante anteriores a su llegada al gobierno. Durante estas últimas tres administraciones no solo se intensificó el combate (las incautaciones de drogas y las personas en prisión dan cuenta suficiente de ello), sino que se ha innovado en un flanco hasta ahora sin atender como era el mercado, promoviendo la regulación de la venta legal de marihuana. Uruguay, un pequeño rincón del mundo, volvió a marcar un rumbo posible al que se sumó Canadá recientemente, junto a varios estados norteamericanos. Varios países del resto del mundo miran con expectativa esa medida como una respuesta que puede dar mejores resultados que la lucha frontal impulsada hasta ahora.

Los narcos son como los viejos zorros, tienen sus mañas y para viejas mañas hay que emplear nuevos métodos, a riesgo que sigan siendo los mismos zorros los que ganen siempre.

el hombre repasaba diarios viejos,
el perro olfateaba un zorro en la vuelta...

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