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miércoles, 9 de enero de 2019

Atemporal

Fuente Imagen: Iliana Da Silva en twitter
Confieso que me había propuesto unos días de licencia editorial pero los acontecimientos de los primeros días del año me han provocado al punto de saltearme -aunque sea por esta semana- aquella intención. El título elegido viene a cuento por varios lados que intentaré explicar en esta breve columna de verano. "Atemporal" la he llamado, y tentado estuve de titularla "Ah, temporal!". Parece anacrónico lo que algunos escriben y otros afirman sobre la temporada, parece de otros tiempos ciertamente, pero mejor entremos en tema. Ahí vamos...

Tormentas de verano

La temporada arrancó con todo, bueno eso si usted se ha tomado la preciosa y necesaria molestia de transitar por el este uruguayo donde los peajes suelen ser un termómetro ostensible de lo que será la temporada turística. Conocidos periodistas, utilizando la red social del pajarito, pusieron énfasis en las demoras y atascos producidos en los peajes, contradiciendo al empecinado diario “El Conservador” (gracias, Marcelo!), que se ha empeñado en querer imponer en caracteres de molde lo que la realidad contradice en la costas uruguayas, principal destino turístico.

Que por otra parte no es el único destino, pues también se han conocido datos de otros lugares donde la ocupación es muy buena como en San Gregorio de Polanco, la “Península Dorada”, por ejemplo, que registra niveles altísimos de ocupación. Seguramente hasta allí no llega el diario, seguramente.

Todo se mira -y se mide- según el color del cristal con que se observa(dor); muy críticos con la gestión de los gobiernos K de Argentina, responsables en un tiempo -es verdad- de los cortes de puentes y merma de turistas argentinos entonces. Cuando cambió el gobierno y se produjo la avalancha porteña, corrieron elogios pero ahora, pos crisis macrista, se hace mutis por el foro. Ni una mención al responsable principal de la menor llegada de argentinos a nuestro país.

Claro que todavía es prematuro aventurar un resultado, tampoco es posible mensurar si la cantidad de turistas de la vecina orilla realmente disminuyó tan drásticamente como se dice pues a estar por la sensación visual de quien visita Punta del Este por estos días, la invasión porteña es notoria.

Esa crisis que no llega!!

La campaña electoral parece ir atada a la intención de algunos operadores que no escatiman recursos para impedir el 4º gobierno del Frente Amplio. Un día sí y otro también, emiten sus pronósticos de inflación, desempleo, recesión y crisis que nunca llegan. El desempleo lejos de subir baja, la inflación se mantiene en un dígito (por más que esté un punto por encima del rango meta, guarda estabilidad en una región inestable y en crisis), y por si fuera poco, lejos de entrar en recesión el país siguió creciendo cerrando un ciclo de década y media ininterrumpido. Por supuesto que no se creció al 7% ni al 4% de otros años, pero en un contexto regional donde la crisis campea, los colosos linderos manejan porcentajes de inflación que asustan, se les dispara el dólar y acuden al FMI para salvar su economía, mientras Uruguay se mantiene blindado mal que pese a los agoreros del desastre.

Connotados operadores que lideran cámaras comerciales han impulsado la maniobra del descrédito, apostando al fracaso de la temporada como instrumento que dispare la crisis que tanto anhelan pero que no llega. Y no llega porque los uruguayos bien nacidos, (no estos apátridas que bregan bajo la consigna del cuanto peor mejor), no estamos dispuestos a retroceder a tiempos en que los ajustes los pagaban los trabajadores y las ganancias se acumulaban en los más ricos con el pretexto -muy difundido entonces- de aquel efecto cascada que nunca, pero nunca, se concretó.

Si hoy tenemos la estabilidad financiera que ostentamos, es -en buena medida- gracias a un mercado interno que moviliza la economía y del que la clase trabajadora es su motor principal. Así, por lo menos, lo reconocieron los comerciantes del Centro en nota de prensa cuando expresaron el buen nivel de ventas del pasado día de Reyes, que superó todas sus expectativas. Es que hablaron tanto de crisis empapelando cada día con presagios negativos que lograron un efecto rebote tal que maximiza el resultado económico de un Día de Reyes a los que estaban acostumbrados desde hace un tiempo.

Volviendo a la temporada, podrá ser algo menor a la del año pasado (que batió todos los récords), pero no será ni por asomo el fracaso que tanto esperan algunos. Basta recorrer la Costa de Oro para poder apreciar que los uruguayos, principalmente, esos que recuperaron su dignidad salarial, también disfrutan de sus costas y copan la temporada de forma más que merecida. 

Ahora bien, esos mismos que apuestan al fracaso son -muchos de ellos- los responsables de los precios vergonzosos que se aprecian en los comercios de las zonas turísticas. En una acción por demás notoria de remarque en pocos días, ante el incremento de la llegada de turistas. Es decir, por un lado se quejan de una temporada mala, pero no tienen mejor idea que remarcar y subir precios como medida para atraer las ventas. 

El turista será extranjero pero no bobo… además olvidan, que una importante cantidad de esos turistas son, (somos), bien uruguayos.

Por último, una mención al tiempo; varias alertas meteorológicas se han correspondido con la realidad donde las copiosas lluvias marcaron los primeros días del año. Acaso es mucha agua para tan poco tiempo, pero a mí se me hace que son los lagrimones de los que apostaron al fracaso de una temporada que parece mantener los niveles que ha ido ganando en los últimos años. 

Por algo será...


el hombre anotaba precios,
el perro ladraba al remarcador...

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