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jueves, 9 de abril de 2015

Cuando las armas hablan...

Una novedosa campaña impulsada por la organización “States United to prevent gun violence”*, ha generado una importante reacción tanto en la comunidad norteamericana como en la internacional que ha permitido superar los 4 millones de visualizaciones. Una singular tienda de venta de armas -montada especialmente a los efectos de esta campaña- sirvió de base para tomar conciencia a la hora de adquirir un arma por parte de la población civil. En tiempos donde la inseguridad se instala con fuerza en el mundo y muy especialmente en nuestra región, iniciativas como estas llaman a la reflexión a la hora de tomar una decisión de ese tipo.

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El video circula en youtube y ya supera varios millones de visualizaciones. Potenciado seguramente por el hecho de ser una creación norteamericana, una de las sociedades más armadas del mundo (sino la mayor), que registra en su historia casos tremendos derivados por ese uso abusivo de las armas por parte de los mismos ciudadanos.

Casos emblemáticos como los ataques en universidades o escuelas promovidos por civiles que acceden fácilmente a contar con un arma de fuego, han llevado a generar conciencia en grupos de esa misma sociedad que apuntan a mostrar la otra cara de ese tema.

El punto novedoso de esta campaña está en la forma y el vehículo utilizado para llevarla a cabo. Pues para crear conciencia en el uso de armas tuvieron la idea de instalar una tienda de venta de las mismas. Algo que parece un contrasentido pero que lejos de serlo significó una fortaleza que sirvió para instalar el mensaje de forma fuerte y clara.

Cada una de las armas que se exhibieron en sus estanterías contaba con una etiqueta, allí se exponía la historia que llevaba consigo. Historias trágicas que nadie se imagina al momento de tomar la decisión de adquirir una. Seguramente influenciados por la vorágine informativa de una realidad que se ha tornado más violenta, toman una decisión que bien vale un instante de reflexión como el que impone esta intervención.

Al momento de escuchar la historia -narrada por un vendedor de armas que no es tal- la transformación se percibe en los rostros de los ocasionales clientes. Estos van abandonando lentamente la idea que les impulsó a entrar a la tienda y quedan impresionados por el relato de sangre que lleva consigo el instrumento que pensaban adquirir.

Esta campaña, montada en plena ciudad de Nueva York, fue una acción arriesgada “haciendo lo impensable” según sus mentores. Es que nadie -de quienes ingresaban al local de venta- podía siquiera imaginar lo que escucharían luego.

Nadie piensa -o pensaba hasta este video- en que podían ser los protagonistas de una historia similar a la que compartieron con ellos ese día en que tenían decidido adquirir un arma de fuego. Un instrumento que llevaba consigo una historia trágica de muerte y dolor, de quiebre familiar, de incomprensible resultado cuando de lo que se trata es de buscar protección.

Las historias narradas sobre cada arma llevaron a modificar la decisión original y aquellos que buscaban una para su protección personal desistieron de hacerlo, impresionados por aquellas historias que escucharon.

En nuestro país todavía se escuchan algunas voces -cada vez menos- que alientan a armarse. Todavía están frescos, también, casos de ciudadanos que recurrieron al uso de un arma de fuego y produjeron un mal mayor, (e irreparable), que aquel que querían prevenir. 

Bienvenidas sean campañas como estas, que llaman a la reflexión y al análisis antes que al impulso irrefrenable de adquirir un instrumento de riesgo que puede volverse en nuestra contra.

Son armas con historias que hablan por sí mismas. Son armas que gritan muerte. 
Solo se trata de saber escucharlas... a tiempo.


el hombre escuchó un disparo, 
el perro ni ladró...

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