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miércoles, 29 de mayo de 2013

Boicot activo... y burdo!


Fuente imagen: conjugaciondeverbos.com
Al momento de imponer al nuevo Jefe de Policía de Montevideo -Insp. Ppal. Mario Layera- en Torre Ejecutiva, el ministro Bonomi dijo que “... uno de los principales obstáculos son los (funcionarios) que han perdido integridad, los que miden la reestructura por la pérdida de posibilidades ilegítimas, que significa el cambio que se emprendió. Esto se traduce en un boicot activo, que se tiene que terminar...”


Si tenían alguna duda sobre que la cosa venía en serio, bastó que trascendiera la noticia de un asalto a una tienda de Puntas de Manga para que se revivieran situaciones similares a las ocurridas en la Seccional 14ª. Esta vez sería la 18ª, donde supuestamente –en razón de estar sustanciándose en estos momentos una investigación de urgencia dispuesta por el Jefe de Policía de Montevideo- ocurrieron hechos muy similares a los de abril.

La situación, repetida, sería la comprobación de lo afirmado por el ministro Bonomi en su discurso de asunción de Mario Layera en Torre Ejecutiva. Esa resistencia a los cambios dejaba de camuflarse detrás de la pasividad para proceder (como se sospecha ocurre en algunos casos), para revelarse (o rebelarse) en forma flagrante como en los casos que ocupan esta columna.

Una vez más esa resistencia la sufren los ciudadanos y es noticia que –de comprobarse fehacientemente su ocurrencia- tendrá severas consecuencias para quienes aún no entienden que los cambios vinieron para quedarse. Cambios que no persiguen otra finalidad que la de mejorar la respuesta policial ante la ocurrencia de eventos delictivos.

Las omisiones denunciadas en ocasión de los hechos de la Seccional 14ª, parecían ser un hecho aislado que se esperaba no repetir en tan corto lapso. Sin embargo –y aunque debe decirse que está en curso una investigación y por lo tanto es aventurado emitir una conclusión- la sensibilidad que campea en el tema es muy alta. Casi tan alta como el grado de responsabilidad que se espera tengan los funcionarios que asumen el deber de darnos seguridad, compromiso al que juraron cumplir y por el cual la sociedad uruguaya realizó un gran esfuerzo a la hora de dotar de recursos a la Policía.

Tituló un matutino que en la Seccional 18ª respondieron la manida frase “no tenemos móviles”, sin reparar que quien llamaba lo hacía desde escasos metros del edificio sede de la Comisaría 18ª, circunstancia que condicionaba la obviedad de la orden impuesta por Layera a minutos de asumir como Jefe de Montevideo: “tendrán que acudir yendo aunque sea a pie”.

Por si esto no bastare, y el funcionario que dijo (si lo dijo y así lo termina comprobando la investigación en curso), la supuesta respuesta, se contradice –una vez más- con la realidad pues el SISCONVE (otra vez), permitió comprobar la existencia de dos móviles cercanos al lugar del incidente (una camioneta MAZDA y un Chevrolet CORSA).

Si la investigación también demuestra la veracidad del raid delictivo que refiere el artículo sobre la pareja de asaltantes, la gravedad es mayor por cuanto no solo hubo una omisión sino que serán tantas como acciones delictivas fueron las que tuvieron a estos mismos delincuentes como protagonistas ese día. Porque la flagrancia del hecho denunciado hacía imperiosa una respuesta inmediata de los efectivos y no la negativa que supuestamente se operó.

La situación actual es clara por parte de las nuevas autoridades de la Jefatura de Montevideo, y se procedió diligentemente a relevar “informaciones de urgencia” por dos vías independientes una de la otra. La primera, ordenada a la Zona III a cargo del Insp. José Luis Rondán y la segunda, por parte de personal de Jefatura. Estas informaciones de urgencia arrojaron conclusiones contradictorias que determinaron que el Jefe de Policía – Mario Layera- dispusiera la realización de una investigación de urgencia colocando al frente de la misma al Sub Jefe de Montevideo. Medida que fue acompañada de la separación preventiva de sus cargos en la Seccional 18ª, del Comisario y Sub Comisario, quienes revistarán hasta la finalización de la instancia, en la Zona III.

Sin perjuicio de las garantías con que cuentan los afectados en esta circunstancia, era imperioso actuar rápidamente por la simple razón de no perder de vista que lo que está en juego es la seguridad ciudadana. Lo ocurrido en la Seccional 14ª se llegó a calificar de histórico por cuanto determinó una respuesta inesperada por muchos que pensaron que la seguridad pública podía ser objeto de manoseo gratuito y sin consecuencias. Se equivocaron quienes así pensaron. También los que defendieron ese accionar omiso ante la emergencia vivida por un vecino que reclamaba ayuda.

Si el boicot activo –ese que criticaron desde el Círculo Policial como una trasnochada versión de las autoridades, se hizo evidente en la Seccional 14ª (investigación mediante), hacerlo de manera tan burda como presuntamente ocurrió en la 18ª, resultaría indignante. La cercanía con el lugar de los hechos delictivos de la seccional de marras hacen de este último episodio un cuento imposible de creer. Resulta inverosímil que alguien que juró defender con honor el uniforme que porta, hasta el extremo de entregar su vida, tenga tal desprecio por su trabajo y por el prójimo como para ser protagonista de semejantes situaciones.

Tristes episodios que -de comprobarse- dejarían mal parada a una Policía que reclama y merece honrar su tarea con compromiso y dedicación “sirviendo a la sociedad”.



el hombre inició una investigación,
el perro...una urgencia.

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