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sábado, 14 de agosto de 2010

¿Cuándo habla Forlán?

MALDONADO

Con un nutrido marco de estudiantes que colmaron el 5º piso de la IMM, dio inicio el Programa “Pelota al Medio a la Esperanza – Una respuesta colectiva a la violencia en el deporte”. La instancia significó el comienzo de una actividad que procura seguir por la misma senda que se transitó durante el Campeonato Mundial de Sudáfrica, y hacer caudal del brillante desempeño de nuestro Seleccionado Nacional.

A las 15:30 estaba fijado el comienzo y la efervescencia local se notaba en un ambiente matizado por estudiantes cuyas edades iban de los 5 o 6 años hasta los 15 o 16 aproximadamente. Liceos públicos y privados de Maldonado, fueron convocados para una instancia histórica ya que inauguraban un programa contra la violencia en los espectáculos deportivos ampliamente promocionado durante el reciente campeonato mundial de fútbol.

A una pelota -pretendidamente puesta- en medio de un problema grave de nuestra sociedad, se la invitaba a rodar para hacer del camino, el verdadero e importante destino del esfuerzo deportivo de nuestra juventud. Ni más ni menos que hacer realidad el mensaje que el Maestro Tabárez difundiera en ocasión de los homenajes al seleccionado celeste frente al Palacio Legislativo. 

“El camino es la recompensa”  y ese camino se comenzó a transitar ante unos cientos de liceales que escucharon atentos a los promotores de la iniciativa. Junto al Ministro del Interior, Eduardo Bonomi, se hallaba el entrenador y exfutbolista Diego Aguirre, ambos impulsores primarios de una idea que ya no les pertenece y de la que se van apropiando los destinatarios finales de la misma, los jóvenes. Niños y niñas de las más variadas edades disfrutando la presencia de las estrellas del deporte nacional que se han ido sumando al proyecto.

Un llamativo silencio invadió un salón repleto de caras ansiosas por escuchar a referentes del deporte nacional. En la instancia, junto a los mencionados, otra gloria del fútbol como Wilmar Cabrera, compartía un estrado que se llevó toda la atención del público asistente. En clave con el objetivo central del proyecto, no fue un detalle menor la representatividad que aún mantienen ambas figuras (símbolos de las mayores parcialidades del fútbol uruguayo), quienes se sumaron en perfecta sintonía para transmitir sus experiencias dentro y fuera del campo de juego. Sobre todo, inculcar el mensaje claro de concebir el deporte como una preciosa instancia para generar vínculos y crecer sanamente.

Un simpático hecho ocurrió al término de las intervenciones iniciales de los panelistas. Uno de los primeros y desinhibidos consultantes, fue un chiquito -de unos 5 o 6 años aproximadamente- que lanzó su interrogante: ¿Cuándo habla Forlán?; provocando la hilaridad de todos los asistentes. Seguramente la ilusión de ver a la máxima figura de Sudáfrica 2010, era la pretensión del protagonista de la escena pero también dejó claro el cambio trascendental que se está gestando hoy en nuestra juventud que es indispensable saberlo aprovechar. Los niños tienen espejos como Diego Forlán en quien reflejarse y con sano orgullo repiten a quien quiera oírles, “Forlán, es uruguayo”.

Lo destacable de este puntapié inicial del proyecto, fue también la amplia receptividad entre los jóvenes que no solo escucharon atentamente a un Ministro y a las estrellas del fútbol allí presentes, sino que al término de sus exposiciones –abierto el espacio para preguntas- no tuvieron vergüenza ni timidez y fueron más las manos en alto que el tiempo disponible para escucharlos a todos. No faltaron las preguntas propias de la actualidad reciente y allí Diego Aguirre llevó la voz cantante respondiendo sobre la reciente actuación aurinegra que lo distinguiera con el Campeonato Uruguayo tras una actuación cuasi perfecta del combinado peñarolense.

Para equilibrar acciones los parciales tricolores recurrieron a Wilmar, quien llegó a narrar alguna anécdota sobre hechos comunes a ambos expositores al referirse al seleccionado nacional y su pasaje por el mismo.

Hubo tiempo y oídos atentos para preguntas de adolescentes que requerían saber como seguiría el proyecto, hacia dónde, con qué ideas aterrizaría entre los jóvenes y si no era necesaria una campaña publicitaria que lo respaldara. Inquietud que el propio Ministro Bonomi respondió, manifestando que el programa está en permanente construcción y que los protagonistas –los jóvenes- van a ir generando ideas cual usinas de pensamiento que podrán aplicarse en el marco del objetivo madre del mismo: erradicar la violencia de los espectáculos deportivos y competir sanamente disfrutando del juego como lo que es, un juego.

De ese modo se fueron aportando anécdotas que cada uno de los asistentes iría dibujando en su mente para coronar un mensaje final: no hay motivo para darle lugar a la violencia cuando se miden esfuerzos en el deporte y menos aún cuando se es espectador. Un partido mide esfuerzos, estrategias y técnicas, dentro de un marco reglamentario que incluye también la aceptación de la derrota tanto como de la victoria.

Quedaron preguntas por hacerse y respuestas por brindarse, pero la pelota ya está en el medio y este partido recién empieza…


Maldonado, 11 de agosto de 2010
 

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