No es un libro más de historias de privados de libertad, es un intento logrado de mirar desde otra perspectiva -mucho más inclusiva- la situación de los que un día rompieron las reglas de convivencia y debieron purgar una sanción. Ese precio social que hay que saldar para poder recuperar la porción de libertad perdida por el delito cometido. Un precio vil para algunos -principalmente algunas víctimas- que no recuperarán nunca lo perdido; pero un precio que debe ser útil para recomponer el daño y devolver un ciudadano donde antes hubo un delincuente...