Una
conocida activista por los derechos de los afrodescendientes sufrió
una aberrante agresión que se denunció e informó como un ataque
racista. Ese punto -que algunos cuestionan y dirimirá la Justicia-
es un dato más y, a mi modo de ver, no sería el más relevante (sin
que ello signifique minimizar el hecho sino todo lo contrario). Lo
más triste fue apreciar en las imágenes de las cámaras de
seguridad que se difundieron recientemente, la indiferencia
demostrada por el resto de los inmóviles asistentes a un hecho
agresivo por demás que terminó con graves lesiones sufridas por una
persona (no me importa su color de piel ni su condición social o
sexual, una persona!). Vamos mal como sociedad... muy mal.