Fueron unos cientos autoconvocados (muchísimos menos de los tres mil que reseñó El País), que venían preparando desde hacía un mes la movida. En las últimas semanas tuvo el aditivo de una velada y manifiesta operación mediática que ya quisieran tener otros personajes, en ciernes de tiempos electorales. Lo que en un principio parecía ser una concentración ciudadana, se desenmascaró rápidamente desde el estrado improvisado en los Portones de Carrasco. Al mismo tiempo que por allí los monos de Canessa “se subían a los autos” (sic), en Tres Ombúes decenas de niños hacían cola para sacarse fotos con Bonomi y pedirle autógrafos en ocasión de celebrarse la Mesa Política del FA en una carpa donde habían más de trescientas personas (sin necesidad de agregar ningún cero a la cifra).
Espacio de notas de opinión escritas por su autor Fernando Gil Díaz - "El Perro Gil"
lunes, 20 de mayo de 2013
Los monos de Canessa
Fueron unos cientos autoconvocados (muchísimos menos de los tres mil que reseñó El País), que venían preparando desde hacía un mes la movida. En las últimas semanas tuvo el aditivo de una velada y manifiesta operación mediática que ya quisieran tener otros personajes, en ciernes de tiempos electorales. Lo que en un principio parecía ser una concentración ciudadana, se desenmascaró rápidamente desde el estrado improvisado en los Portones de Carrasco. Al mismo tiempo que por allí los monos de Canessa “se subían a los autos” (sic), en Tres Ombúes decenas de niños hacían cola para sacarse fotos con Bonomi y pedirle autógrafos en ocasión de celebrarse la Mesa Política del FA en una carpa donde habían más de trescientas personas (sin necesidad de agregar ningún cero a la cifra).
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