Fuente imagen: UNICOM - Ministerio del Interior |
A escasas semanas de una instancia electoral que pondrá un mojón indeleble a este período de gobierno, sobrevinieron hechos que cuestionan la veracidad de los argumentos esgrimidos por los defensores de la Ley de Urgente Consideración. Protagonistas que olvidan -en sus argumentaciones- discernir exactamente los artículos que se proponen anular del resto de una iniciativa que contó con el voto opositor en muchos de sus enunciados. Es en ese afán por intentar sostener los puntos cuestionados que cometen excesos tales como faltar a la verdad de los hechos objetivos que necesita la ciudadanía para emitir su voto. Así ocurre en muchos aspectos pero en cuanto a la seguridad es uno de los más notorios, donde a la puesta en escena de una gestión que contó con ayuda externa e impensada (una pandemia), le suman el dato falso (y fácilmente contrastable) que los expone al ridículo más extremo. En ocasión de celebrarse el último clásico de fútbol en Maldonado, ocurrió un hecho policial que expuso la calidad de la Nueva Policía que dejó la anterior administración junto al nivel de eficiencia de tecnologías hartamente criticadas por quienes hoy se lucen con los resultados. Un control de ruta, un arma incautada y la carrera de un futbolista en juego, dieron letra para el dislate argumental de quienes se creen los fundadores de una institución que empieza a demostrar los resultados de una gestión que dejó muchos instrumentos heredados… entre ellos, El Guardián.