Las encuestas en el Uruguay han perdido toda credibilidad -por lo menos para mi- desde que en las pasadas elecciones vaticinaron un resultado que se dio de boca con la realidad no sin antes generar la angustia de la militancia frenteamplista que seguía con real y sincera expectativa los pronósticos de las empresas medidoras de opinión. Es que todas tuvieron una constante ponderación a la baja para el Frente Amplio y un alza para el Partido Nacional liderado por Luis Lacalle Pou, basado en cuestiones tan poco académicas como las que manejó la directora de la empresa Cifra en su momento, atribuyendo una cualidad de modernidad a la propuesta nacionalista que los uruguayos de entonces acompañarían sin cuestionamientos. Semejante exabrupto de confianza generó otros excesos en los propios ponderados alcistas al punto de recibir a periodistas al grito de “Somos Gobierno! Somos Gobierno!, en el búnker del comando electoral opositor instalado en el Hotel Columbia sobre la rambla. Lo que siguió luego es harto conocido. Hoy son noticia nuevamente al emitir pronósticos sobre la gestión del Presidente Vázquez y su nivel de aprobación al que registran como el más bajo de su historial como primer mandatario. Que se pongan de acuerdo pues no hace mucho otra encuestadora publicó sus datos con un 46% de aprobación y ahora lo dan bajando 20 puntos con pocos días de diferencia. Yo me ciño a la realidad de los hechos, esos que demostraron en octubre de 2014 que había algo que intentaron gestar y se encontraron con un pueblo que no compra más espejitos de colores. Por eso… No les creo nada!!