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jueves, 5 de noviembre de 2009

Alerta! Alerta! Vuelven "Los Despertadores"


Desde que un “sedicioso” tuvo el descaro de enfrentar el orden establecido para intentar cambiar el mundo, la figura del revolucionario se instaló definitivamente en el sentir colectivo. Con la prédica de juzgarse a sí mismo antes de hacerlo con el prójimo, (sólo quien estuviera libre de pecado podía tirar la primera piedra o el primer juicio crítico), terminamos de armar la figura en cuestión. El mismo camino podemos transitarlo al revés, haciendo valer dogmas modernos que hablan de inocencia hasta probar autorías que la destruyan. Entonces surge sola la pregunta: ¿qué intención persigue solicitar declaraciones de inocencia a quienes no tienen presunción siquiera de culpa en hechos de pública notoriedad como el descubrimiento del arsenal del barrio Aires Puros? ¿Acaso sería necesario pedir la misma declaración de inocencia a otros líderes políticos para que digan que no tienen nada que ver con el comerciante de bebidas alcohólicas atrincherado en el sótano de su comercio días pasados?

A la ineptitud manifiesta para gobernar y dirigir un país que tuvo el autor de la declaración que da motivo a esta nota (Dr. Jorge Batlle al Semanario Búsqueda y a Radio Sarandí, intimando a Marenales y Mujica a declarar que no tienen nada que ver con el arsenal del Cr. Saúl Feldman), se suma la mala intención de volcar una balanza que tiene al platillo de la izquierda con mayor peso.

Indigna el pensamiento expresado y ofende nuevamente la inteligencia de los uruguayos que ya les dijimos NO a estos “despertadores” que se quedaron sin cuerda en pasadas elecciones (ni siquiera les damos la chance de pensar que son a pila por la antigüedad que ostentan). Claro, la resurrección que aparentan con el novel candidato, les hace creer que pueden dirigir a la ciudadanía para retomar el control del poder que perdieron por acciones propias. El gobierno del Frente Amplio hizo temblar no solo las raíces de los árboles sino a todo el andamiaje que construyeron estos personajes que tuvieron al Uruguay a su merced y antojo, siendo un instrumento para intereses particulares, alejados del colectivo de los uruguayos.

El efecto boomerang volverá nuevamente para enterrar definitivamente esta forma de instalar el miedo que los uruguayos hemos desterrado hace tiempo.

Siguiendo su lógica, también nos tendría que explicar sobre las sociedades anónimas que utilizó Feldmand durante su mandato. Al fin de cuentas, siguiendo esa línea de pensamiento, también tiene que declarar que no tuvo nada que ver con eso, ¿no?

el hombre encontró la radio mordida,
el perro ladraba su inocencia...

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