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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Al final, de Capricornio poco y nada…

Fuente imagen: SOMOSNEWS
El Frente Amplio vuelve al gobierno como resultado de su esfuerzo militante; ese que le distingue y lo hace único a pesar de la burda copia multicolor. Las copias nunca son mejores que el original, y a este rejunte cupular (que ignora y cobra cuentas a su militancia de manera increíble), lo separan años luz de distancia con la fuerza de izquierda. Las mayores fugas de votos fueron del partido de quien se decía “muy de Capricornio”, alguien que no pisó –en toda la campaña de la primera vuelta- al único departamento colorado del país, y recién lo hizo con el candidato oficialista en la segunda vuelta. Un detalle que muchos batllistas de ley no le perdonaron, al punto que muchos de ellos dieron el paso definitivo de sumarse al Frente Amplio a partir de esa actitud. Al final, de Capricornio poco y nada…

Capricornio dixit

Según los buscadores de internet, las personas de dicho signo son “trabajadoras, responsables y dispuestas a persistir lo que haga falta para conseguir su objetivo; además son muy fiables y cuentan con unas elevadas dosis de paciencia y resistencia para avanzar hacia sus objetivos; en este sentido, su capacidad para la gestión resulta asombrosa…”

Nada o muy poco de lo que allí se define encaja en la figura del expresidenciable Andrés Ojeda, y los colorados (que "son pocos y no la pasan bien", según afirmación de Tabaré Viera inmortalizada por ZinTV), lo pudieron confirmar con sus propias acciones.

Al candidato colorado, una cantidad importante de correligionarios no le perdonaron que ignorara al único bastión colorado del país en toda la campaña previa a octubre, y recién visitara el departamento como ladero del candidato oficialista. Un colorado de pura cepa nos hizo ver esta actitud y que la misma le convenció definitivamente que su lugar ya no estaría en un partido cuyo líder asumiera semejante conducta. En política, omisiones como esas son un sello que la gente no olvida.

La mayor fuga de votos de la coalición republicana se dio en el norte del país, y en un departamento en particular fue más que sugestiva la trasposición de votos para el Frente Amplio: Rivera. Allí se dio un enorme trabajo militante que no empezó ahora, sino que es fruto de un paciente trille que arrancó al otro día de perder las elecciones en 2019. Un trabajo capilar que fue zurciendo acuerdos y reivindicando la figura de un compañero que sufrió las consecuencias de su gestión sin que tuviera la defensa que merecía en su momento. Me refiero al hoy electo diputado Andrés Toriani.

Un médico que supo gestionar el Hospital de Rivera en una tarea ejemplar que todos reivindican en el departamento del norte, y que también extrañan ante el marcado deterioro de sus servicios a partir del alejamiento de entonces y la pésima gestión de esta administración que recortó y deprimió los servicios públicos en materia de salud.

Todas las bondades que supo contar esa institución riverense -tan cara para los bayanos- hoy sufre las consecuencias de una gestión que priorizó intereses privados en detrimento de la salud pública sin importarle sus consecuencias. Esa fue una de las razones que hoy justifican el incremento de la votación frenteamplista en Rivera, con un representante popularmente reconocido por todos más allá de colores políticos.

Y en esa gestión de recuperar a Toriani para los frenteamplistas no puedo dejar de mencionar al exsenador Charles Carrera, quien tuvo la visión política para traerlo al ruedo nuevamente y ponerse como meta principal el recuperar la diputación perdida en la última elección. Una acción que respondía, también, a un reconocimiento por los errores cometidos para con su gestión y una defensa que no se asumió en su momento generando la pérdida de un inclaudicable gestor de la salud pública que merecía un respaldo que no tuvo.

Vaya si lo consiguió, logró no solo su regreso sino devolverle al pueblo riverense su esperanza para un futuro que pudo cuajar con la elección victoriosa del pasado 24 de noviembre, donde no solo creció Rivera en una importante cantidad de votos, sino que demostró que el verdadero batllismo está en el Frente Amplio.

A las cuchillas… o a los cuchillazos!

Tras el resultado incuestionable de la segunda vuelta, varios puntos quedaron demostrados a saber:

El oficialismo instaló el falso relato del empate técnico, con la complicidad de muchas encuestadoras que se prestaron a ello. Nada de eso ocurrió y no hubo que esperar a la madrugada para conocer al nuevo Presidente de los uruguayos, que se anunció inequívocamente a las 20:30 horas del domingo.

El interior está cambiando y si la primera vuelta lo confirmó con el triunfo del Frente Amplio en 12 departamentos, la segunda vuelta lo ratificó con un notorio incremento de votos que terminó ampliando la brecha entre ambas fórmulas. De empate técnico, nada de nada.

Una enorme diferencia en materia de atribuir responsabilidades entre ambos bloques; cuando el Frente Amplio perdió en 2019 lo primero fue asumir la derrota y dejar pasar un prudencial tiempo para asimilarla junto con el inicio de una etapa de autocrítica que fue fermental y muy importante. Acciones como la de “El Frente te escucha” fueron un diferencial que permitió hurgar en las razones que llevaron a la derrota electoral y –a partir de ese insumo- construir una estrategia de valoración política que contemplara a todos los rincones del país con sus peculiaridades propias. En cambio, el bloque oficialista arremetió a cobrarse cuentas entre pares, y lo hizo de una forma más que miserable atribuyendo gran parte de la responsabilidad a sus militantes. Una actitud de extrema soberbia en la derrota que habla a las claras de una falta de autocrítica increíble.

En tanto el Frente Amplio sigue de fiesta, representantes del oficialismo se cobran cuentas y lo hacen de la peor manera por redes sociales. Ni un atisbo de humildad en la derrota; no ya para reconocer el trabajo militante como tal y no como responsables del fracaso y, en cierta forma empatizar con ellos, sino para demostrar idoneidad para el cargo que les confirió esa misma militancia.

De astros y algo más

Pero no solo de Capricornio´s es la cosa, porque hubo quienes criticaron a Yamandú por no aceptar entrevistas en sus programas, sin reconocer que no son tan importantes (primero que nada), y que había una estrategia a priorizar: recorrer el interior. ¡Y vaya si dio resultado!

Mientras algunos medios capitalinos editorializaban por la ausencia del candidato frenteamplista en sus programas, Yamandú visitaba cuanto medio del interior podía, en una clara y acertada estrategia para llegar a ese interior que no supimos recorrer antes y que nos reclamó durante las giras una mayor presencia por sus pagos. Qué mejor que un candidato del interior para entenderlo y aplicarlo sin dilación alguna, y esas visitas por rincones olvidados permitió llegar a mucha más gente. Eso explica –indiscutiblemente- el crecimiento electoral que tuvo el Frente Amplio no solo en la primera vuelta sino, también, en la segunda vuelta donde creció cerca de seis puntos respecto a octubre.

La alegría sigue latente en los rostros de muchos uruguayos con los que nos cruzamos miradas cómplices como la que le cruzó Gerardo Caetano en la noche del domingo pasado a Carolina García, minutos antes de las 20:30, en Subrayado de Canal 10. Una sonrisa que adelantaba lo que luego el titular de Equipos confirmaría con la proyección consolidada de Yamandú Orsi electo Presidente de la República.

Mientras el futuro Presidente ya empezó la transición y confirmó a Pacha Sánchez como futuro Secretario de Presidencia, el de Capricornio capaz que está reviendo su carta astral para conocer en qué falló.

Tarde, muy tarde.

Por lo menos, eso dicen sus excorreligionarios que si algo aprendieron es a no confiar en el horóscopo. 


el hombre seguía de fiesta,
el perro también…


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