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martes, 8 de noviembre de 2022

Guambia la tosca que no "valía" mentir

Fuente imagen: Politicstips
Al Presidente le gusta hablar en criollo y disfrazarse de gaucho; también le gusta el surf aunque esa actividad no tenga conexión alguna con el campo. Le gusta mostrarse activo, dar imagen de hombre joven, aunque ya pisa los 50 y debió someterse a un implante capilar que disimule su alopecia. Con esa particular impronta se presenta regularmente ante los medios de prensa nacionales, acompañando sus salidas con sugestivas frases con las que intenta demostrar su pertenencia a una clase terrateniente con la que se identifica pero sin dejar de querer mostrarse popular. Desde el comienzo mismo de su gestión y a pesar de la pandemia, supo tomar decisiones en pos de los "malla oro" a los que adjudicó un rol que jamás cumplieron ni cumplirán: el de ser los motores del desarrollo y el crecimiento económico. En ese sentido, ha dejado su mejor esfuerzo y logrado el objetivo. Más de 9.000 millones de dólares fueron acumulados por los punteros de la economía uruguaya, sin el menor atisbo de un derrame que no sea otro que el que tenga por destino sus propios bolsillos. "Guambia la tosca que no vale mentir", nos dijo mientras las mentiras piden turno y no dejan de desenmascarar a un gobierno para el que nunca estuvieron preparados…

La mentira y las patas de la sota

El regreso de sus vacaciones en Costa Rica no fue lo feliz que esperaba y a poco de pisar tierra oriental se dispararon una sucesión de acontecimientos que lo pusieron a la defensiva como nunca había pasado hasta el momento. Fue un verdadero parteaguas en su gestión al que no se pudo sobreponer a pesar del fuerte cerco mediático que lo arropó. Por primera vez se lo vio desorientado y sin respuestas programadas, incurriendo en gruesas inconsistencias que lo dejaron en evidencia.

No fue el único que incurrió en faltar a la verdad, ya que sus principales mandatados (Heber, Ferrés y Garcé), hicieron lo propio ante el Parlamento, negando lo que ya había reconocido explícitamente sobre quién era y qué cargo cumplía su encargado de seguridad personal. Alguien que pasó de ejercer la Jefatura de la seguridad presidencial, a ser un simple custodio que -por supuesto- ni era uno más ni cumplía solamente dicha función. Fue tal el grado de incredibilidad de la versión que a nadie escapa hoy que Astesiano no era un desconocido ni para el presidente ni para su entorno, y que existe algo más que no sabemos, que explica que haya ostentado semejante puesto de responsabilidad en el entorno presidencial.

Esas inconsistencias que construyen el caso Astesiano son tan solo una parte del caudal de "faltas a la verdad" que viene caracterizando a la gestión multicolor encabezada por Lacalle Pou. Mas, no son las únicas…

Todos lo escuchamos arengar a sus correligionarios en plena campaña con su categórica afirmación de "si gana el Partido Nacional, se terminó la suba de impuestos, de tarifas y de combustibles… se terminó!". Y la realidad nos demostró que era cierto, se terminó para unos pocos privilegiados a quienes seguramente iba dirigido el mensaje: los malla oro.

Porque la realidad demostró que subieron los impuestos, nos recortaron ingresos por salarios y jubilaciones, y los combustibles aumentaron al tiempo que se congelaban salarios y jubilaciones. Y lo hicieron en pocos meses de gestión.

Hicieron gárgaras hablando de la inseguridad y solo tuvieron la desfachatez de apropiarse de los resultados de una pandemia como si fueran por mérito propio, con el agravante que ni bien se superó la misma los resultados son aún peores que los que tanto criticaron. El nivel de violencia con que se cometen delitos como el homicidio, han superado ampliamente registros pasados, y el número de asesinatos se asemeja muchísimo al del peor registro del año 2018.

Han herido de muerte a la credibilidad de los datos estadísticos oficiales, al punto que nadie cree en sus registros. Esos que están manchados por maniobras de maquillaje (caso de la Jefatura de Durazno; del ex coordinador de la Jefatura de Maldonado, etc), y un sospechoso aumento de las muertes dudosas que no se incluyen en las estadísticas.

Confirmando esta sospecha, los datos dejaron de publicarse cada 3 meses como habían prometido para volver a los 6 meses, en una situación que nos hace pensar que los registros -aún maquillados- no son lo que esperaban y aspiran a licuarlos ampliando el período de análisis. 

Al presidente le oímos decir que cumplido el año de gestión ya no habrían más excusas, y a los ministros hacer lo propio diciendo que se iban a comparar consigo mismos. 

Ni uno ni otros cumplieron.

Siguen comparándose con la gestión del Frente Amplio y no asumen que son gobierno y que están fracasando con total éxito. Ahora, el Ministerio del Interior divulga resultados de los primeros 30 meses y los compara con los últimos 30 del FA. ¿Se imaginan si el FA hubiera hecho lo mismo entonces? 

Hoy gobiernan dejando la sospecha de estar haciendo negocios en contra de los intereses del país y a favor de unos pocos (tal el caso de la entrega del  puerto de Montevideo a la empresa belga Katoen Natie; o la liquidación de Casa de Galicia, donde se beneficia al Círculo Católico de forma notoria;  por citar los casos más recientes y escandalosos). 

Se entregó un pasaporte exprés a un narcotraficante detenido en una cárcel en el extranjero que le sirve de salvoconducto para obtener su liberación. Hoy, es prófugo de la justicia internacional. 

Se les instaló una asociación para delinquir en plena sede presidencial y lejos de reconocer el error hurgan en el pasado buscando situaciones parecidas que no terminan de justificar ni explicar nada, mientras deprimen la credibilidad de los documentos de viaje uruguayos.

Los números de la economia no pueden disimular más una realidad que no acusa derrame alguno concentrando la riqueza en unos pocos en perjuicio de las grandes mayorías. Las cifras de inseguridad alimentaria encienden luces de alarma que deberían ser atendidas con una verdadera politica de Estado, mas en un pais que produce alimentos para 30 millones de personas. 

Las consecuencias se sufren mucho más en el interior profundo, lugar donde –a pesar de lo que prometieron- no recibe nada de esa porción de crecimiento que acumulan los grandes productores que se benefician de la coyuntura comercial pos pandemia. 

El futuro más inmediato no resulta nada alentador, a poco que China da muestras de cerrar su economía, empieza a transitarse un recorrido incierto de retracción mundial que presagia un panorama de fuerte enlentecimiento de las economías de los países dependientes como el nuestro. Y la fórmula a seguir indica que seguirán pagando el costo los trabajadores, jubilados y pensionistas, como hasta ahora.

Presidente, "guambia la tosca que no valía mentir…"

Ni antes, ni ahora, ni nunca…


el hombre se sacaba una selfie,
el perro se revolcaba en la tosca…


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