El viaje, primera estación
El primer viaje fue siempre el Frente Amplio, base principal de una adhesión ideológica que nos identifica y representa desde siempre. Criado en una familia trabajadora y con el recuerdo intacto de la huelga general del año 1973 tras el golpe de Estado que nos robaría más de una década, las imágenes se precipitaron en mi memoria. El recuerdo de mi viejo como último sostén de una fábrica intervenida y compañeros presos por el régimen, siguen pidiendo permiso para no desvanecerse, manteniendo presente aquel sacrificio de entonces que sembró el futuro que pudimos disfrutar, luego.
Un tiempo que mi viejo no pudo ver pero que sirvió para permitir ese viaje con destino a un mejor lugar para vivir donde “nadie es más que nadie”. Un país que sostuvo la ilusión intacta de soñar con un gobierno para las grandes mayorías, esas que, porfiadamente, soportaron crisis tras crisis y ajustes tras ajustes hasta la debacle financiera del año 2002. Fueron décadas que concluyeron en la sangría de un Uruguay que despedía por el aeropuerto de Carrasco, un promedio de 100 gurises por día buscando un nuevo horizonte en tierras europeas.
Esa fue mi primera estación de un recorrido del que muchos pudieron volver con la esperanza a cuestas tras el triunfo de la izquierda en el año 2004; el viaje comenzaba a tener estaciones que invitaban a soñar un país superador de lo imposible.
Bicho, gran compañero de viaje
Fueron 10 años “compartiendo peripecias”, como supo escribir en una sentida dedicatoria de su primera y única novela publicada (Código 79, de Editorial Sudamericana). Una década vertiginosa en la cartera más difícil del Poder Ejecutivo. Un viaje de arena más que gruesa para un ex tupamaro al que no le pesó nunca su pasado guerrillero para liderar la más profunda transformación del instituto policial. Con la mochila virtuosa de su formidable gestión en el Ministerio de Trabajo, donde echó a andar toda la maquinaria de los Consejos de Salarios y con ello la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, su desembarco en la cartera encargada de la seguridad fue un desafío tremendo que supo liderar con firmeza y el objetivo claro de devolver la dignidad perdida a la familia policial.
Recuperación salarial, eliminación de los servicios 222 (devolviendo la jornada laboral policial a niveles normales), nuevas tecnologías, vestimenta digna, renovación de flota vehicular, armamento, modernización del Hospital Policial, video vigilancia, Unidad Aérea de la Policía Nacional, reestructura de la Policía Nacional, sistemas de patrullaje en base a evidencia científica (mapas de calor – PADO). Titulares de una gestión transformadora que implicó al refundación de una institución signada por el abandono en que estaba sumida por décadas.
Un virtuoso viaje no exento de dificultades, ante el sistemático ataque de una oposición que no le perdonó haber transformado lo imposible devolviendo dignidad a la institución policial. Una institución que no estuvo a la altura cuando la muerte se lo llevó de forma inesperada, optando por la ausencia irrespetuosa de un homenaje negado por mezquindad política.
El Bicho fue un gran Ministro del Interior, pero por encima de todo eso, fue un mejor compañero y amigo, al que nunca pude agradecerle como se merecía el haberme permitido acompañarlo en ese intrincado viaje por el Ministerio del Interior.
El Pepe y el MPP
La vida nos regala momentos inolvidables, instancias donde poder disfrutar del hermoso viaje de vivir. Más que agradecidos estamos siendo parte de una organización liderada por grandes compañeros que coronaron una preciosa y fecunda instancia congresal como la que vivimos el pasado fin de semana.
Una instancia que nos dejó la palabra de Pepe, un derrame de sabiduría que es el sello principal que lo distingue y lo posiciona como el político con más popularidad a nivel nacional e internacional.
En este viaje que venimos transitando, una parada para escuchar a Mujica es un oasis que nos refresca y nos deja pensando en ese futuro que sueña y que nos invita a construir. Ya en el cierre mismo de la instancia congresal, la voz de Pepe se deja oír con su mensaje fuerte y claro de que “Hay que jugarse por el interior”. Abandonar el centralismo de la capital para soñar con el país del desarrollo que tiene que darse de forma irremediable en lo más profundo del país. “Nos va la vida”, nos dice, sin dejar de reconocer que transita la última etapa de la suya.
En ese arrebato de generosidad intelectual dispara su metralla de ideas con la clara intención de convertirlas en semilla que germinen en cada uno de nosotros, su tierra fértil: los compañeros. Ese formidable viejo nos invita “a hablarnos a nosotros mismos frente al espejo de la historia” y a no cultivar el odio… “Cultiven el amor, que es parturiento y creador; el odio estupidiza y destruye”.
A vos también, Pepe, gracias por el viaje…
Un candidato para el FA
La escala final de este transitorio recorrido lo tuvo a Yamandú como protagonista. Su consagración como pre candidato presidencial propuesto por el XIº Congreso del MPP, sería el punto inicial de un trayecto en que diría adiós a la barra para asumir el reto de representar a todos los frenteamplistas. Y nuevamente tenemos que dar las gracias como compañeros del trayecto que le toca asumir.
Este viaje recién se inicia y lo hace con buen pie. Un discurso llano y honesto, donde se presentó tal cual es, un canario nacido en el seno de una familia de trabajadores que terminó ingresando al IPA para hacer su profesorado junto con el comienzo de su vida militante.
Y en ese discurso tuvo la virtud de regalarnos la imagen de la reconciliación nacional, con la referencia histórica a la batalla de Paso Cuello, ocurrida en marzo de 1817 en tierras canarias. Un hito histórico de un país sin grietas ideológicas en las que convergieron figuras hoy identificadas con diferentes divisas partidarias, pero que entonces estaban unidas por un mismo objetivo: luchar contra el invasor.
El XIº Congreso terminó con la imagen de las principales figuras de los sectores expresamente invitados, en una postal que nos dejó la imagen de un Frente Amplio más unido que nunca.
El trayecto es largo, pero vale la pena hacerlo.
Gracias por el viaje…
No hay comentarios:
Publicar un comentario