Publicado en La ONDA digital
El Hotel Conrad de Punta del Este fue el lugar elegido para un singular almuerzo entre el presidente electo y empresarios rioplatenses. En ese monumento al confite –contrastante con la belleza de nuestro principal balneario- (es lo que hay), se dieron cita unos mil quinientos empresarios que pagaron un ticket de cien dólares estadounidenses cada uno. Barato para este tipo de encuentros y servicios, dadas las circunstancias del lugar y la calidad de los protagonistas. A ello se sumó la finalidad benéfica como aliciente para concurrir, pues todo lo recaudado se donó al Hospital de Maldonado.
Hasta ahí podría parecer un apronte más en la larga preparación que Pepe hizo para no dejar ningún resquicio a su próxima gestión de gobierno. Confirmando, una vez más, que no vino a hacer la plancha, circunstancia que dejó bien clara ni bien se conoció el resultado eleccionario. Esta movida empresarial fue un elemento más para abrochar esa confianza que generó el primer gobierno progresista y que apronta -para el segundo- como objetivo a seguir incrementando.
Lo triste -y hasta podría decirse repulsivo- fueron las excusas de las Cámaras de Industria y Comercio uruguayas, quienes argumentaron la razón de sus ausencias manifestando que ya conocen lo que piensa el presidente electo; que la reunión estaba dirigida a empresarios argentinos y algún brasilero; y que no les generaba ninguna expectativa, pues ya conocen lo que piensa el presidente electo. (Últimas Noticias, pág. 3 del 10/2/2010)
Varias cosas para decir tras leer semejantes argumentos, a saber:
1.- los destinatarios podrán ser argentinos o brasileros, y muchos de estos habrán adquirido el ticket, pero sus actividades –que ojalá se concreten y profundicen- serán en suelo uruguayo, con actividad industrial y comercial, ramas que no les son ajenas a los ausentes. Algo para escuchar tenían también, ¿no les parece?
2.- esa actitud de ninguneo, con cierta dosis de soberbia, no le hace bien a un colectivo representativo de la camada empresarial e industrial uruguaya que no puede darse el lujo de evitar ciertos espacios donde el intercambio es una constante, junto a las vinculaciones que siempre vienen atadas a inversiones y negocios.
3.- y si no alcanzaren esos argumentos, el fin benéfico de la movida podía darles un ínfimo argumento para que -por lo menos- estuvieran representadas las gremiales de la industria y el comercio uruguayo en un acontecimiento que, en plena temporada, tuvo gran destaque y tendrá alta repercusión en el futuro más inmediato.
Por lo menos esperamos que hayan adquirido los tickets aunque no asistieran. El Hospital de Maldonado está dirigido principalmente a atender la salud de los fernandinos (uruguayos ellos), aunque en temporada se nos cuele algún argentino o brasilero.
el hombre hacía playa en la Brava,
el perro esperaba ver a Manuela...
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