Desfile de la Policía Nacional en su 190º Aniversario |
Es verdad, los resultados no acompañaron la gestión de Bonomi pero según se mida y se consideren esos resultados la visión puede ser diferente. Por otra parte, la misma gestión -con los mismos resultados de los que habló el Presidente electo- deja un estándar muy alto que deberán por lo menos empatar las nuevas autoridades. Se podrá seguir (por lo menos hasta el 1º de marzo), criticando a Bonomi, pero si algo no podrán es eludir la tamaña responsabilidad que deja su gestión, la de administrar y mejorar: la enorme infraestructura edilicia que deja; el nivel salarial de los Policías; el renovado parque automotor; tecnologías de última generación para el combate del crimen organizado; y -quizás lo más importante- una formación académica que alcanzó el nivel universitario ampliando la oferta educativa y profesional a la que pueden acceder los jóvenes uruguayos. En suma, queda una vara bien alta como punto de partida para una nueva gestión que tendrá que mostrar esos resultados que le reclamaron desde el primer día… o morir en la demanda.
Guapa cautela
El Ministro designado – Dr. Jorge Larrañaga – se mostró cauto en el encuentro con Bonomi dando inicio a la transición acordada por el Presidente Vázquez con el gobierno electo. No era esperable otra actitud para quien dejará -en pocos días- de ser oposición para instalarse del otro lado del mostrador, ese que ostentó con estoica actitud Bonomi, a pesar de las críticas constantes a su gestión. Es que la mesura es la mejor postura que puede asumir quien deberá lidiar ahora con un hierro caliente del que dijeron siempre tener la mejor respuesta, que no era -obviamente- la que aplicaba Bonomi. Claro que olvidaron siempre reconocer que Bonomi seguía una hoja de ruta acordada previamente en un acuerdo multipartidario que cumplió a cabalidad, es decir, no hacía otra cosa que lo que habían resuelto quienes nunca se hicieron cargo de ese acuerdo.
Lo cierto es que las urnas hablaron y -aunque fue por un escaso margen- la voz del pueblo determinó que hubiera un cambio de gobierno, entonces será hora de mostrar en la cancha lo que se dijo en la tribuna.
De todos modos creemos que el Ministro designado es un hombre honesto, de raíces wilsonistas y con una impronta adecuada para dirigir una cartera harto compleja. Un hombre que deberá enfocarse rápidamente en demostrar resultados a riesgo de sufrir las consecuencias de una derrota política que sería el golpe de gracia final a su carrera. Porque, en definitiva, está en un cruce de caminos donde deberá mostrar si cuenta con esa impronta ejecutiva que requiere el cargo. Y con la incertidumbre de no saber si contará con el apoyo político que tuvo Bonomi, porque a estar por los dichos del Presidente electo “el gobierno, el Estado y las instituciones, cumplen su objetivo si la gente está mejor. En materia de seguridad pública, si la gente se siente mejor...” (El País, 19/12 pág. 6)
El grito de la tribuna -ese que alentaron- les reclamará más temprano que tarde, los resultados que prometieron y para ello deberán atender mucho los datos estadísticos que siempre criticaron poniéndolos en duda. Datos que eran su principal fundamento cuando daban mal, pero a los que rechazaban cuando daban bien (porque hubo un tiempo en que dieron bien). Datos que han merecido la mayor calificación (Grado “A”), que otorga la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, tras una larga auditoría a la que fue sometido el Sistema de Gestión de la Seguridad Pública de la Policía Nacional.
Invitado electo
A poco de comenzar los actos por el 190º Aniversario de la Policía Nacional, un invitado retrasado llegó a la Avda. José Pedro Varela, era el Presidente electo -Dr. Lacalle Pou- quien acompañó la celebración junto al equipo que designara para ser la continuidad de la gestión Bonomi. Fue como invitado y no, como se dijo en algún medio, una “visita sorpresa”, ya que no solo estaba convocado como Senador en ejercicio sino como autoridad electa, conste.
Durante el acto se lo pudo ver atento a cada premiación, celebrando los reconocimientos a los policías más destacados del año. Luego, al momento de la emisión de un video institucional no pudo disimular la sorpresa ante el nivel de lo que se expuso en el breve minuto y cuarenta y dos segundos que duró el mismo. Un muy emotivo video que empieza con la toma del juramento que dan los Policías al recibirse, en la voz del propio Director de la Policía Nacional, Crio. Gral. (R) Mario Layera, y con el himno -remixado- de la Policía Nacional que vistió el corto mientras se sucedían imágenes de los protagonistas verdaderos y genuinos de la cartera que entregará, en pocos meses, Eduardo Bonomi a las autoridades electas.
Y si asombro denotaron entonces, mayor perplejidad les produjo luego el impresionante despliegue y demostración de fuerza que significó el desfile de las diferentes unidades que integran la Policía Nacional. Una formación prolija, cuidada y bien representativa de la Nueva Policía que gestó la administración Bonomi, mejor pertrechada, con mejor equipamiento, digna y en pie para dar dura y frontal batalla al delito.
Es cierto, lo dijimos al comienzo de esta columna, los resultados no son los que se esperaban, ya no es ni existe tiempo para las excusas. Ya no valen las “1010” (custodias policiales a víctimas de violencia doméstica), que significan unos 600 policías menos por día para el patrullaje solo de Montevideo; ni el mayor nivel de registro potenciado por la necesaria denuncia de todos los eventos para planificar el patrullaje, por citar algunas razones. Ahora bien, medir una gestión solo por los datos lleva implícito el rebote lógico de usar la misma vara para medir la gestión de la que se harán cargo. Una vara que queda bien alta, por cierto, tan alta que se deja el mejor sistema de registro que se podía tener, auditado por Naciones Unidas, es decir que se deja “el instrumento que mide gestiones” intacto y calibrado de la mejor forma.
Pero Bonomi les deja un plus adicional todavía, les deja: la mejor infraestructura de toda la historia de la cartera (edificios nuevos para las Zonas Operativas de Montevideo y para la Jefatura de Montevideo, sin contar obras en el interior del país); más plazas carcelarias que privados de libertad; mejores salarios para los Policías; mejor armamento; un parque automotor ampliado y renovado; sistemas de información y gestión administrativa modernos y 100% auditables; mejor indumentaria para todos los Policías; nuevas tecnologías para el combate al crimen organizado; más de 8.500 cámaras de videovigilancia en todo el país; y una formación profesional que hace de los Nuevos Policías verdaderos profesionales de nivel universitario.
En definitiva, entran a una cancha donde el piso está recién sembrado, las luces son de última generación y los equipos tienen el mejor entrenamiento y lucen sus mejores prendas… solo tienen que jugar el mejor partido.
el hombre repasó lo hecho,
el perro ladró su despedida...
Cómo siempre,Fernando, tú demuestras tener un espíritu crítico y tus publicaciones son impecables y verdaderas. Te felicito porqué no todos pueden jactarse de ser objetivos,serios y responsables.
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