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miércoles, 19 de mayo de 2021

Con los ojos en la nuca

A esta altura resulta inexplicable la actitud del gobierno, que sigue sin prestar la debida atención a los números -fríos y duros- de una realidad que no afloja. Las cifras de fallecidos no cede y más de medio centenar de uruguayos vienen muriendo por día a causa del covid. Triste, demasiado triste… y muy duro, por cierto. Cuando todo indica que se impone un parate absoluto que ponga un freno a la escalada de contagios, en una especia de paraguas necesario, el gobierno avanza moviendo las perillas a un antojo que se aproxima más a capricho que a sano y fundado discernimiento. Empezamos a incorporar los datos como si detrás de los mismos no existieran personas, padres, madres, hermanos, tíos, familia que se nos van de este mundo en la más absoluta soledad que impone el aislamiento a quien padece el mortal virus. Triste realidad de un Uruguay que jamás imaginamos, pero al que una pandemia mundial nos vino a poner a prueba de la peor manera…

martes, 11 de mayo de 2021

Hasta que nos toque

Los uruguayos somos porfiados, tanto que hasta creo que nacimos como país independiente de puro contras que somos. Sí, ya sé toda esa historia del país tapón y el arreglo inglés, pero aunque pocos -y para algunos, extinguidos- los charrúas nos supieron legar (aunque no sea del todo cierto), su indomable rebeldía y así seguimos. Por lo menos si no es real, nos la creímos tanto que nos sentimos invencibles hasta de un virus mortal que nos acecha hoy día. Resulta extraño que con datos sanitarios que nos han posicionado en el peor de los podios mundiales con más muertes y contagios por millón de habitantes, seamos tan orientales como irresponsables a la hora de protegernos como colectivo. Pero lo peor de todo, creo, es la hipocresía que acompaña cada acción teñida de estúpidos partidismos que contribuyen a seguir acumulando cifras espeluznantes relativas al Covid-19. Todo parece transcurrir como si nada ocurriera a nuestro alrededor, todo sigue igual… hasta que nos toque.

martes, 4 de mayo de 2021

¿Volvieron los llamaditos?

Fuente imagen: klipartz.com
Todavía me parece verlo en aquella entrevista en que repetía enfáticamente el fin de una forma de gestionar el poder desde la propia Presidencia de la República. El primer Presidente de izquierda en la historia política uruguaya, confirmaba un nuevo estilo de conducción política que ponía fin a prácticas abusivas del poder de turno. Hasta en eso extrañamos, (y extrañan muchos), no sólo al recientemente fallecido líder de izquierda – Tabaré Vázquez- sino a una forma de manejar el poder diametralmente diferente a la que parece imponerse hoy desde la Torre Ejecutiva. Presiones a periodistas, despidos concretados y recomendaciones a futuro (“tenés que sacar alguno más”), han marcado la impronta de un estilo comunicacional que lejos de ser exitoso o intelectualmente destacado, cimenta su actuación en el poder económico de ser los dueños de los medios o contar con la afinidad política de los mismos, haciendo propicio un verdadero blindaje mediático. En el Uruguay no estábamos acostumbrados a esta suerte de cacería de brujas, al menos no en la última década y media, porque en los últimos días se repitió un hecho que muchos recordamos de la época de los años 90, cuando una llamada bastó para que echaran sin más a Jorge Wilson Arellano, entonces cara visible de Telenoche 4. Hoy pasó algo parecido con Eduardo Preve, no tenía la visibilidad de aquel pero formaba parte del cerebro donde se construye la información que nutre al noticiero central de Subrayado, el de mayor rating de la televisión uruguaya…

martes, 27 de abril de 2021

Art. 224: el verdadero peligro es que lo aplique la Policía

La crisis sanitaria no afloja, los números de fallecidos por el Covid-19 mantienen una meseta altísima que lejos está de ser la deseada, mientras tanto, la discusión política se concentra en la votación de una modificación por demás sensible a los derechos ciudadanos, una vez más. En efecto, la modificación propuesta sobre el Artículo 224 del Código Penal sobre la violación de disposiciones sanitarias lleva a discutir la pertinencia de dotar de un cheque en blanco a quienes tendrán la responsabilidad de su aplicación. Menuda tarea para quienes han sufrido las consecuencias de un accionar punitivo excesivo que los expuso a situaciones de abuso y exceso de la aplicación de la ley. Ya no será el daño la razón de su aplicación siendo el mero peligro efectivo la llave maestra que habilite su intervención. Ahora bien, si de por sí estaba bravo reconocer y probar el daño, cuánto más será hacerlo con el “peligro efectivo” en tanto de no probarse el mismo se podrá llegar a concluir que su aplicación fue equivocada. Claro que sería luego de su errada intervención. Hartas discusiones han generado la previa de su tratamiento en el pleno del Senado, imaginemos las que se generarán cuando el peligro de su aplicación sea derivado de quien lo aplica. Así estamos… 

lunes, 19 de abril de 2021

Victoria pírrica

Fuente imagen: La Vanguardia

Muchas enseñanzas nos va a dejar esta pandemia, algunas absolutamente virtuosas como la solidaridad expresada en los cientos de ollas populares que se instalaron y mantienen con escaso o nulo apoyo del Estado (aunque ahora se prometió asistencia). Iniciativas que siguen en pie con el invalorable aporte solidario de miles de anónimos que arriman su colaboración o ponen su trabajo personal al servicio de los que más están sufriendo una emergencia sanitaria sin precedentes. Solidaridad que también se manifiesta en el esfuerzo inmensurable de todos los que hacen parte del sistema de salud, esos que están en el frente mismo de batalla y que emiten señales de alerta que son interpretadas con recelo por quienes se empeñan en teñir de interés político partidario lo que debiera ser una cuestión de Estado. Y así con otras tantas actividades que son llevadas a cabo por esos anónimos a los que debemos parte de nuestra cotidiana existencia con servicios que pocas veces ponderamos en su justo término. Por eso es que muy a pesar nuestro, la derrota final que sufrirá -sin dudas- este virus que atormenta al Uruguay y al mundo, tendrá un sabor amargo por los que perdieron su vida a manos del virus, siendo que algunas de esas muertes pudieron evitarse. No faltarán los que saldrán a batir parches y celebrar el fin de la pandemia como una victoria que nos hará recordar a Pirro, aquel rey de Epiro que derrotara a los romanos sufriendo la pérdida de gran parte de su ejército.

miércoles, 14 de abril de 2021

Desborde policial y el peligroso fin del recreo

Fuente imagen: Telenoche
La nueva administración de la cartera de seguridad no escatima esfuerzos en difundir con bombos y platillos los datos de delitos que reflejan sus estadísticas. Y está bien que lo haga, es su gestión y nada menos que encabezada por quien sabe perfectamente que no tiene la espalda política suficiente que le de crédito a la misma si no es con resultados. Sabe que está a prueba desde el primer día y por la sencilla razón de su altísima exposición en el tema de la seguridad pública uruguaya encabezando la campaña de Vivir sin miedo. Una movida que perdió en las urnas pero que se las ingenió en aplicar, por la vía de los hechos, en andas de una pandemia que terminó siendo funcional a sus intereses y los del gobierno. Pero semejante estilo de gerenciar la Policía Nacional llevó a un extremo peligroso donde el discurso de que “se terminó el recreo” sumado a un respaldo ficto a la actuación policial (como si antes no lo hubieran tenido realmente), permeó en algunos cuadros policiales que, excedidos de un poder ilegítimamente utilizado, avasallan los derechos más fundamentales del ciudadano. Además del Covid-19, los ciudadanos también debemos cuidarnos de esta “nueva” Policía uruguaya…