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viernes, 16 de diciembre de 2011

Mini Marchita “Bochinchera”



Alejada de su rol de chica “Bochinchera”, la rubia actriz (?) leyó la proclama ante unos pocos asistentes a una mediática marcha convocada por mayor seguridad. Una práctica que intenta poner en la agenda diaria los reclamos de quienes se convocan para pedir lo que desde el gobierno se prometió hace tiempo y por estos días se mostró como promesa cumplida. Lo triste del caso fue ver una puesta en escena pobre, mal preparada y peor interpretada. Una movida que, seguramente, desconocían los bien intencionados que asistieron o las familias de las víctimas, quienes merecen el total respeto a la memoria de sus familiares fallecidos o lesionados por delincuentes.


Era la hora de los noticieros centrales, seguramente una descoordinación -o la pauta de exclusividad acordada con cada uno- llevó a ver la misma puesta en escena con pocos minutos de diferencia y por diferentes medios. Al día siguiente las crónicas periodísticas hablarían de “cientos de manifestantes”, cuando las imágenes mostraban dos o tres decenas de asistentes, entre ellos alegres niños, más preocupados por salir en la tele que por el tema central de la convocatoria.

Que no se interprete -ni por un segundo- que esta nota tiene otra intención que la de criticar lo que considero una irrespetuosidad mayor para tratar un tema tan sensible que afecta la memoria de quienes fueron víctimas del accionar delictivo. Ver tamaña puesta en escena, que tuvo el agravante de una pésima interpretación (que no se la creyó nadie, al punto de poner en boca de un menor una frase preparada), dejó toda la impresión de un acto libretado (muy malo por cierto), al que tampoco le atribuyo intención política. Y no lo hago por la razón del artillero: fue tan malo que si la tuvo, el ideólogo se estará arrepintiendo por el resto de su vida por tamaño dislate mediático.

Lágrimas que no se vieron, voz quebrada que se recompone en forma instantánea, participación inocente de chicos que recitan un libreto, y poca, muy poca gente que no se suma al circo pretendido. Esto por dos veces consecutivas con intervalo de pocos minutos entre sí, (canales 10 y 12, respectivamente).

Ni la familia de las víctimas ni las propias víctimas, precisaban de estas actuaciones, que, además de innecesarias fueron pésimas y hasta irrespetuosas si hilamos un poco más fino. En esa concentración de gente -que seguramente quiere lo mismo que todos nosotros: vivir en paz- se pretendió un protagonismo personal de quien montó la escena y pasó a ser el punto de crítica principal, haciendo olvidar el verdadero motivo de la convocatoria. El ridículo opacó toda intención y seguramente desactive futuras acciones (por lo menos con estos protagonistas), a pesar de la benevolencia de una prensa que prioriza la amenaza de la inseguridad (que todavía les rinde), a pesar de mensajeros tan poco creíbles.

A esta mini marcha solo le faltó la llegada de Ultratón, entonces hubiera tenido verdadero sentido la actuación inconvincente de aquella rubia bochinchera que hacía coreografías los sábados de mañana por la tele.


el hombre no se la creyó ni un poquito,
el perro, tampoco...

1 comentario:

  1. Me parece genial, además coincido plenamente con tu comentario.
    Hoy en la mañana pude verlo y sentí exactamente lo mismo, no entendi como estaba a punto de llorar y en un segundo estaba bien...una verguenza y falta de respeto total.

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