Y siguen aumentando sin que se pueda imaginar siquiera un freno a tanta violencia descontrolada. Siguen acumulándose hechos que dejan secuelas con muertos y heridos graves que llevan a cobrarse venganzas que traerán más muertos y más heridos. Así las cosas, parece que hemos llegado al punto de naturalizar episodios que ya no generan el ruido mediático de administraciones pasadas. Las elecciones pasan, mientras tanto, la peor epidemia que sufrimos los uruguayos sigue acumulando cifras en una carrera sin control. Estas elecciones pasarán, pero tiene mucho que ver cómo pasen para que a esta descontrolada escalada de violencia se le ponga un freno…